La escalada de violencia en Burundi obliga a miles de personas a huir del país y pedir asilo en Ruanda

Más de 7.000 burundeses han huido del país tras el estallido de violencia previo a las elecciones presidenciales de mayo y junio y solicitan asilo en Ruanda. Los centros de recepción están abarrotados y es necesario garantizar la alimentación, el agua y la asistencia sanitaria de los refugiados. Un gran número de los solicitantes de asilo son mujeres y menores de edad no acompañados, que se enfrentan al peligro de abusos y violencia sexual.

 

?¡Vete a Ruanda, salva tu vida, aún eres joven! Eso es lo que me dijo mi madre antes de que me marchara de casa el pasado miércoles?, cuenta Colette, de 18 años, una de los más de 7.000 burundeses que han huido a Ruanda tras el estallido de violencia provocado por las próximas elecciones presidenciales que se celebrarán en mayo en el país centroafricano.

?Vine con mi amiga y vecina, Carine. No cogimos nada de ropa, solo un poco de dinero, porque no queríamos levantar sospechas entre los vecinos. Les mentimos y les dijimos que íbamos a la boda de un pariente en Ruanda?, añade.

Las dos adolescentes fueron registradas como solicitantes de asilo en Ruanda el pasado miércoles, después de caminar durante 12 horas. Un 60% de las personas que huyen del país son menores de edad, según datos de ACNUR. Ahora están en uno de los dos centros de recepción abarrotados que el Gobierno de Ruanda ha puesto en marcha para dar cobijo a los más de 7.000 refugiados burundeses que han llegado al país.

Burundi se sumió en el caos después de que un grupo de jóvenes armados, aparentemente ligados al presidente Pierre Nkurunziza, desataran la violencia atacando a figuras de la oposición. Unos ataques que se producen semanas antes de las elecciones en las que se espera que Nkurunziza sea elegido en su tercer mandato como presidente del país.

Burundi, que es uno de los diez países más pobres del mundo y está situado en la zona de los grandes lagos en África Oriental, salió en 2006 de una brutal guerra civil que duró 13 años y su clima político sigue muy fraccionado y enfrentado, especialmente cuando se aproximan comicios. Los grupos de defensa de los derechos civiles han advertido de que la situación en el país está entrando en una espiral de violencia fuera de control.

La corriente de refugiados hacia Ruanda sigue en aumento y la organización de defensa de los derechos de la infancia Plan Internacional alerta sobre la necesidad de ayuda urgente para atender a los refugiados. Las mujeres y los niños y niñas que huyen de Burundi están en riesgo de sufrir más violencia y enfermedades.

?Un gran número de solicitantes de asilo son niños y niñas y muchos de ellos no están acompañados por adultos. Sabemos por experiencia que esto supone riesgos inminentes de abuso físico y violencia sexual hacia los niños, niñas y adolescentes que viven sin protección ni apoyo en los atestados centros de recepción?, explica el director regional para África Oriental y Meridional de Plan Internacional, Roland Angerer. La sobreocupación también podría llevar a un brote de enfermedades contagiosas transmitidas por vectores, a menos que se tomen medidas de mitigación y prevención inmediatamente.

Plan Internacional ha  desplegado trabajadores humanitarios en los centros de recepción del este y el sur de Ruanda, donde están apoyando a las autoridades en el desarrollo de iniciativas para proteger a la infancia y prevenir la violencia de género en los campos.

?Estamos dedicando nuestros esfuerzos a mantener a salvo a los más vulnerables, incluidos las mujeres y la infancia?, dice Angerer. En cualquier caso, la organización alerta de la necesidad de proporcionar a los refugiados comida, agua, ropa, refugio y atención sanitaria adecuada, incluido material higiénico para las mujeres y las adolescentes.