Plan Internacional alerta de que tres millones de niñas corren el riesgo de ser sometidas a mutilación genital cada año

Plan Internacional alerta de que cada año tres millones de niñas corren el riesgo de ser sometidas a la total o parcial mutilación de sus órganos genitales, una práctica que viola los derechos humanos y de la que en África han sido víctimas más de 100 millones de niñas mayores de 10 años.

  • Con motivo del Día Internacional de Tolerancia Cero con la Mutilación Genital Femenina, el 6 de febrero, Plan Internacional urge un acuerdo internacional firme y a largo plazo para erradicar esta práctica.
  • Si continúa la actual tendencia, unos 86 millones de niñas serán sometidas a mutilación genital para 2030.
  • El trabajo con las comunidades es clave para erradicar esta práctica que acarrea traumas y complicaciones físicas como desequilibrios durante la menstruación, dificultades en el parto, hemorragias o infecciones del aparato urinario.
  • Madrid, 4 de febrero de 2015.- Plan Internacional alerta de que cada año tres millones de niñas corren el riesgo de ser sometidas a la total o parcial mutilación de sus órganos genitales, una práctica que viola los derechos humanos y de la que en África han sido víctimas más de 100 millones de niñas mayores de 10 años.

    Con motivo de la celebración del Día Internacional de Tolerancia Cero con la Mutilación Genital Femenina el 6 de febrero, Plan Internacional urge a los gobiernos a ratificar un acuerdo firme y a largo plazo para erradicar esta práctica, que pese, a estar prohibida por ley en el 20% de los países del mundo, sigue practicándose en al menos 29 países de África y Oriente Medio y afecta a la vida de unos 140 millones de niñas y mujeres en todo el mundo.

    La directora general de Plan Internacional en España, Concha López, explica que ?eliminar la mutilación genital femenina debe ser una prioridad para la agenda internacional. Si las leyes no se aplican con firmeza y no son muy estrictas, el esfuerzo será en vano. Es una práctica que vulnera los derechos más básicos de las niñas y mujeres y conlleva graves consecuencias físicas y psicológicas para ellas. Cuando una mujer está informada sobre esto, es ella misma quien protege a sus hijas y otras niñas de la comunidad de esta práctica?.

    Cada año miles de niñas son sometidas a la mutilación genital en África Occidental, la región con mayor prevalencia de esta práctica, donde más del 85% de las mujeres de entre 15 y 45 años habrían sufrido esta violación de los derechos humanos, según datos manejados por Plan Internacional.

    Si continúa la actual tendencia, 86 millones de niñas en todo el mundo habrán sufrido algún tipo de mutilación genital para 2030, una práctica que atenta contra la vida de las mujeres y acarrea traumas y complicaciones físicas como desequilibrios durante la menstruación, dificultades en el parto, hemorragias o infecciones del aparato urinario. En algunas ocasiones, estas complicaciones pueden provocar incluso la muerte.

    Las comunidades, clave para la erradicación

    De los 29 países en los que se practica, sólo 19, incluyendo a Sudáfrica y Zimbaue, han aprobado leyes nacionales para prohibir la mutilación genital femenina. A pesar de esto, las condenas por ablación son muy escasas y, a menudo, las leyes consuetudinarias que rigen las prácticas tradicionales se usan para anular esos tratados.

    La legislación y los esfuerzos políticos no son suficientes para acabar con la mutilación genital. Plan Internacional celebró la aprobación del protocolo común de Acción Sanitaria firmado el mes pasado en España, pero es necesario un esfuerzo mucho mayor, implicando a las comunidades internacionales que practican la ablación, para que las propias víctimas y sus familias sean palanca de cambio de normas sociales muy arraigadas.

    Para eliminar esta costumbre cultural, perpetuada por hombres y mujeres y fundamentada en la creencia de que la no mutilación es sinónimo de impureza, Plan Internacional ha puesto en marcha diversos programas en comunidades de Mali, Guinea Bissau, Egipto o Sudán para informar a las mujeres de la ausencia de obligación civil o religiosa de someterse a la mutilación genital femenina, así como de las consecuencias tanto físicas como psicológicas que ésta conlleva. La organización también promueve el compromiso de líderes religiosos y políticos para trabajar con los gobiernos para el fin de esta práctica.

    Para Adama Coulibaly, director regional de Plan Internacional para África occidental y central, “el diálogo con adolescentes y la sensibilización de las comunidades es fundamental, ya que en muchas ocasiones se trata de una barrera cultural. Debemos promover la apertura del debate para lograr que las comunidades extingan esta práctica?.