Plan Internacional alerta sobre los niños y niñas burundeses refugiados en Ruanda y Tanzania

La organización humanitaria de defensa de la infancia Plan Internacional alerta de que los niños y niñas burundeses que viven en los campamentos de refugiados de Tanzania y Ruanda presentan signos evidentes de malnutrición y que muchos de ellos llegan no acompañados, lo que les expone a abusos.

  • Plan Internacional trabaja en los campamentos de Ruanda y Tanzania para proteger a los niños y niñas, muchos de los cuales no están acompañados.
  • La organización también informa de los casos de violencia de género en los campamentos para ofrecer protección a las mujeres.
  • Se espera que en los próximos tres meses lleguen 100.000 burundeses más y los campamentos ya están desbordados.
  • Madrid, 5 de junio de 2015.- La organización humanitaria de defensa de la infancia Plan Internacional alerta de que los niños y niñas burundeses que viven en los campamentos de refugiados de Tanzania y Ruanda presentan signos evidentes de malnutrición y que muchos de ellos llegan no acompañados, lo que les expone a abusos.

    Plan Internacional continua dando apoyo a los más de 100.000 burundeses que han huido a Ruanda y Tanzania y otros países vecinos de la región de los Grandes Lagos tras al estallido de violencia y los continuos enfrentamientos provocados por la campaña electoral en Burundi. La violencia creciente por la proximidad de los comicios, aplazados por segunda vez, hace temer que el número de refugiados siga ascendiendo.

    Alrededor de 29.117 personas han llegado ya a Ruanda, que cada día contabiliza 2.000 nuevos refugiados en los tres centros de recepción y un campamento abierto recientemente. En Tanzania, donde Plan Internacional también está trabajando en la respuesta a la crisis, el número total de refugiados en el país ascendía a 50.169 a fecha de 29 de mayo y se han seguido registrando casos de personas cruzando la frontera tanzana cada día.

    Trabajo con refugiados en Ruanda

    En Ruanda, Plan Internacional está trabajando en los centros de recepción de Nyanza y Bugesera, además de en el campamento de refugiados de Mahama, dando apoyo y atención a la infancia, las mujeres, las niñas y los menores de edad no acompañados. Según los últimos datos, en el campamento de Mahama se han registrado 993 niños y niñas no acompañados.

    Casimir Youmbi, responsable de la respuesta en emergencias de Plan Internacional Ruanda, explica que ?Plan  Internacional está trabajando en la protección y cumplimiento de los derechos de la infancia en todos los centros de recepción y el campamento de refugiados recientemente creado, ya que la infancia es la población más vulnerable y la más afectada por los desastres y emergencias?.

    La directora general de Plan Internacional en España, Concha López, ha asegurado que ?además de privarles de su derecho a la educación, las emergencias incrementan las necesidades de apoyo y atención de los niños y niñas, especialmente si han sido separados de sus padres o han llegado solos, porque están más expuestos a abusos?. Por estos motivos, ha instado a la comunidad internacional a ?apoyar a estos países para frenar la emergencia y, sobre todo, salvar vidas?.

    La mayoría de los refugiados burundeses llegan de la provincia de Kirundo, fronteriza con Ruanda. El país está desbordado y ?se estima que recibiremos alrededor de 100.000 refugiados en los próximos tres meses, que se sumarán a los 28.868 a los que ya estamos atendiendo?, ha apuntado Youmbi.

    Las actividades que Plan Internacional está desarrollando en los campamentos y centros se enfocan a la protección infantil y la respuesta y prevención de la violencia de género. La organización está informando sobre los casos de violencia de género en los campamentos para proteger así a las mujeres, además de repartir productos higiénicos y ropa.

    Entre sus actividades con los niños y niñas, además de la protección y la atención psicosocial en los ?Espacios Amigos de la Infancia?, Plan Internacional reparte alimentos como galletas y zumos entre los menores cuando llegan a los campamentos, mientras sus padres esperan en la cola de distribución de comida y para inscribirse en los servicios del campamento.

    La organización también está dando instrucciones de seguridad a los niños y niñas que llegan al campamento de Mahama, ya que, dada su cercanía al río Akagera, donde hay cocodrilos e hipopótamos, podrían correr graves riesgos.

    ?Espacios Amigos de la Infancia? en Tanzania

    En Tanzania, al menos 50.000 refugiados han concentrado en el pueblo de Kagunga, a la espera de los viajes en barco para trasladarlos, a través del lago Tanganika, a los campamentos de refugiados del país. Dada la masificación del pueblo, se abrirá un nuevo centro de recepción de refugiados 3 kilómetros al sur de Kagunga, llamado Kagunga1, con capacidad para 5.000 personas.

    Tras la llegada masiva de los refugiados, se han registrado casos de cólera en los campamentos de Kagunga, el estadio Lago Tanganika y Nyarugusu. Ya se han contabilizado 33 muertes por cólera y actualmente hay 7 casos declarados en el pueblo de Kagunga, entre los que hay también ciudadanos tanzanos.

    Plan Internacional está trabajando con el Comité Internacional de Rescate y otras organizaciones en la protección de la infancia y ha puesto en marcha tres ?Espacios Amigos de la Infancia?, lugares seguros dentro de los campamentos con capacidad para que 2.730 niños y niñas de entre 5 y 17 años puedan seguir aprendiendo y jugando, además de ofrecerles apoyo psicosocial y ayudarles a conseguir atención médica.

    ?Hay muchos niños y niñas no acompañados que han sido separados de sus familias durante el desplazamiento. Los signos de malnutrición, especialmente entre la infancia, son evidentes?, asegura el gerente de respuesta en emergencias de Plan Internacional en Tanzania, Steve Williams, desplazado en terreno desde Reino Unido.

    En estos espacios, situados en el centro del estadio Lago Tanganika y en el campamento de refugiados de Nyarugusu, los niños y niñas tienen la oportunidad de jugar, participar en actividades de grupo y hablar sobre las dificultades que están atravesando ellos y sus familias, mientras que los trabajadores social utilizan estos espacios para identificar a los niños y niñas que necesitan apoyo más personalizado o aquellos que pueden estar sufriendo abusos o están enfermos.

    ?Es difícil para las autoridades mantener los servicios, dado el intenso flujo de llegadas, así que las familias están viviendo aquí con muy poco acceso a agua potable o a servicios de saneamiento e higiene?, explica Williams.