Las personas desplazadas, y todas aquellas que viven en áreas de conflicto, sufren a menudo una carencia de necesidades básicas en cuestiones como agua potable, saneamiento e higiene. Según la Organización Mundial de la Salud, un niño menor de cinco años muere cada seis segundos por no disponer de acceso a agua potable y los miles de desplazados sursudaneses que viven en campamentos temporales en el estado de Ecuatoria Oriental no son una excepción.
Yuba, 24 de febrero de 2015.- Las personas desplazadas, y todas aquellas que viven en áreas de conflicto, sufren a menudo una carencia de necesidades básicas en cuestiones como agua potable, saneamiento e higiene. Según la Organización Mundial de la Salud, un niño menor de cinco años muere cada seis segundos por no disponer de acceso a agua potable y los miles de desplazados sursudaneses que viven en campamentos temporales en el estado de Ecuatoria Oriental no son una excepción.
Racheal Adut, madre soltera con seis hijos, tuvo que abandonar su hogar en el estado de Junqali cuando estalló el conflicto en su país, en diciembre de 2013, para marcharse a vivir al campamento de desplazados ubicado en Melijo (en el estado Ecuatoria Oriental). Solía caminar más de dos horas diarias desde el campamento hasta el río Aswa, en la localidad fronteriza de Nimule, para buscar agua, dejando a sus hijos solos en el campamento.
Caminar en busca de agua
?Era muy molesto para mí tener que caminar cuatro horas cada día para buscar agua en un sitio donde no conocía a nadie. No tenía a nadie que me ayudara a cuidar de mis hijos cuando salía en busca de agua y mis hijos no podían comer a su hora porque yo tenía que ir a por el agua para preparar su comida?, comenta Racheal sobre los problemas de agua que había en el campamento, que acoge a más de 2.000 refugiados.
Racheal también explica que el río era utilizado tanto por los niños que se bañaban y nadaban allí, como por los animales de la zona, que utilizaban su agua para beber. Y es que el río era la única fuente de agua disponible para las 111 familias que vivían en el campamento de Melijo.
En Sudán del Sur, que lleva inmerso dos décadas en conflictos y abandono, el agua se ha convertido en un recurso preciado y escaso. Además, el acceso limitado a agua potable y saneamientos seguros ha contribuido a que la salud de los niños se deteriore hasta el punto de que un tercio de los niños menores de cinco años padece diarreas.
Construcción de pozos y letrinas
Plan Internacional también ha construido 56 letrinas en el campamento de Melijo, ayudando a mejorar la higiene y saneamiento en el campamento y previniendo enfermedades como la diarrea o la fiebre tifoidea.
?Gracias a la construcción de las letrinas, ahora contamos con un hogar y entorno más saludable en el campamento para mí y para mi familia. Todo resulta más limpio y confortable y ya puedo utilizar un baño para mis necesidades?, dice Diing Majok mientras muestra al personal de Plan el nuevo bloque de letrinas que se ha construido al lado de su tienda.
?Antes teníamos que hacer nuestras necesidades al aire libre, con los problemas que ello conlleva, sobre todo cuando llueve. Y era peor por las noches, cuando corríamos el riesgo de ser mordidos por serpientes y otros insectos?, relata Diing.