Seis meses después del terremoto, Nepal se prepara para afrontar el invierno

Seis meses después del terremoto en Nepal en el que miles de comunidades quedaron devastadas y murieron más de 8.840 personas, incluidos 2.277 niños y niñas, la organización comprometida con los derechos de la infancia Plan International, urge la ayuda y protección de los niños y niñas así como la reconstrucción de casas y escuelas para afrontar el invierno.

Familia de Nepal seis meses después del terremoto

Familia de Nepal seis meses después del terremoto

“Los niños y niñas menores de 18 años constituyen el 44 % de la población de Nepal. Son el futuro de este país, pero continúan enfrentándose a los siguientes desafíos mientras se recuperan de los terremotos: desde la falta de colegios seguros hasta los crecientes problemas de protección de los niños y niñas, como el matrimonio, el trabajo y la explotación infantil. Son asuntos a los que tienen que enfrentarse y que tienen que priorizarse”, declara Mattias Bryneson, director de país de Plan International Nepal.

Desde el terremoto, Plan International ha suministrado kits de refugio, agua y comida y ha facilitado el acceso a servicios sanitarios, centros de enseñanza temporales y espacios seguros a 255.120 personas de Nepal, de los cuales 106.739 son niños y niñas.

“Aunque se ha realizado un progreso para cubrir las necesidades inmediatas de las familias, éste todavía es temporal: se necesita reconstruir los colegios, que la gente recupere su sustento, casas resistentes a los terremotos y protección durante el invierno“, afirma Bryneson.

Las familias que viven en zonas de gran altitud soportarán gélidas temperaturas de hasta -10 °C que comienzan a partir de noviembre y se prolongan durante casi seis meses ya que viven en zonas remotas y montañosas del país y que a menudo están aisladas de la ayuda humanitaria.

Plan International proporciona alojamiento de manera urgente y materiales domésticos a 16.000 familias que viven en zonas de gran altitud y proveerá de materiales aislantes a centros temporales de enseñanza para que los niños y niñas puedan seguir aprendiendo en un ambiente escolar agradable durante la estación invernal.

Los niños y niñas tienden a ser más vulnerables a las inclemencias meteorológicas y están en riesgo de contraer enfermedades por culpa del frío. El invierno comienza a mediados de noviembre. Si no actuamos rápido, los niños y niñas podrían dejar de asistir al colegio”, explica Bryneson.

Plan International tiene como objetivo ofrecer a 135.000 niños y niñas una educación de calidad y un desarrollo de la primera infancia. En este sentido, calcula que serán necesarios 20 millones de euros adicionales para hacer frente a las necesidades de educación a corto y largo plazo, de refugio y de protección de las niñas y niños y sus familias. 

Las necesidades de protección de los niños y niñas afectados por el terremoto han evolucionado de problemas de seguridad inmediata y ayuda psicosocial a cuestiones más complejas de protección infantil, como el matrimonio, el tráfico, el trabajo y la violencia infantiles, que ya existían incluso antes de la catástrofe.

Manju lleva agua a su comunidad en Nepal

“Existen muchos males e ideas equivocadas en nuestra sociedad; la educación es necesaria para erradicarlas. Animaré a los padres y madres para que envíen a sus hijos al colegio. Les diré que las niñas son iguales a los niños y que también pueden ser el futuro de este país”, declara Manju, una niña de 13 años que vive en el distrito de Dolakha, una zona devastada por el terremoto de abril.

“Una de las mejores maneras de proteger a las niñas en una catástrofe y de romper el ciclo de desigualdad de género es que sigan asistiendo al colegio. Sin embargo, 35.000 clases quedaron destruidas a causa del terremoto en abril y cientos de niños y niñas no pudieron seguir estudiando en un edificio seguro y permanente. Es una gran pérdida para el país y las repercusiones serán enormes si no somos capaces de volver a la normalidad lo antes posible”, recuerda Bryneson.

Plan International trabaja en programas a largo plazo en Nepal para contruir con los niños y niñas y sus familias una sociedad más fuerte, segura y resiliente.