En el Día de la Madre, acercamos las historias de tres madres de Nepal, Sudán del Sur y Haití, tres mujeres que luchan por dar una educación y un futuro mejor a sus hijos e hijas, con el apoyo de Plan International.
Nepal
Minmaya tiene 21 años y vive en un refugio temporal en Dolakha, en Nepal, después de que los terremotos que golpearon el país hace un año redujeran su casa a escombros. Vive en una pequeña comunidad con su hijo de tres años y su bebé, que nació poco antes del terremoto. Dio a luz en su casa, con la ayuda de una mujer que trabaja en el centro de salud local.
“El terremoto nos obligó a vivir desplazados temporalmente, pero los corrimientos de tierra nos han desplazado para siempre. No sé si quiero volver a casa. No tenemos nada a lo que volver”, dice Minmaya, que ha perdido todo pero mantiene la sonrisa y la esperanza de poder sacar adelante a sus hijos.
Plan International, que trabaja en los distritos de Nepal más afectados por el terremoto, ha distribuido botiquines con material para partos y kits para recién nacidos entre las trabajadoras sanitarias de las comunidades y ha formado a los voluntarios sobre la importancia de usar estos kits para garantizar el bienestar de las madres y los bebés antes, durante y después del parto.
Sudán del Sur
A sus 17 años, Esther debería estar en secundaria, pero tuvo que dejar el colegio para cuidar a su hijo cuando dio a luz. Ahora ha vuelto a primaria y sus compañeros de clase tienen 13 años.
“Ha sido difícil, me daba miedo de que se rieran de mí en clase, pero mis compañeros me apoyan, me animan a que estudie para salir adelante. Incluso me invitaron a participar en el grupo en el que comparten historias y trabajan por los derechos de los niños”.
Plan International puso en marcha en 2012 el proyecto “Derecho a decidir” en Sudán del Sur, con el objetivo de mejorar el acceso a la educación de las niñas y reducir las tasas de matrimonio infantil y embarazo adolescente, además de apoyar a las niñas casadas y madres a volver al colegio y continuar su educación.
Esther está animada y quiere seguir estudiando, le gustaría ser contable. “Tengo que luchar por mi carrera para poder cuidar de mi hijo, darle un futuro mejor y hacer que mis padres se sientan orgullosos de mi”.
Haití
Marie Odile Marcelin, de 29 años, cultiva verduras y frutas en su huerto y las vende en el mercado local de Cayes-Jacmel, en Haití. Comenzó su pequeño negocio con el apoyo de Plan International, dentro del programa de Empoderamiento y Medios de Vida para Mujeres Jóvenes en Haití. Muchas familias perdieron sus medios de vida después del terremoto de 2010. Este programa ofrece formación y asesoría a mujeres para que generen confianza y autoestima y mejoren su calidad de vida y la de sus hijos e hijas.
“Necesitaba ser capaz de generar mis propios ingresos para que me respetaran. Mantendré mi negocio para darle un futuro mejor a mi hija. El programa me ha cambiado la vida y me gustaría que creciera, para que otras mujeres también tengan esta oportunidad”, dice Marie.
Plan International trabaja para que las mujeres jóvenes desarrollen sus habilidades profesionales y financieras y tengan acceso a grupos de ahorro y microcréditos. Las mujeres invierten el 90% de sus recursos en la educación de sus hijos y su empoderamiento es esencial para romper el círculo de pobreza.