El Ciclón Roanu llegó a Bangladés el 21 de mayo, provocando fuertes lluvias, desplazamientos de tierra e inundaciones a lo largo de las zonas costeras, incluyendo muchos de los puntos de trabajo de Plan International. La organización está preparada para responder al Ciclón Roanu en Bangladés, que se ha cobrado cerca dos docenas de vidas y ha obligado a evacuar a más de 500.000 personas.
“Nuestro Equipo de Respuesta a Emergencias se ha desplazado a los distritos de Barguna, Bhola y Chitaggong. Estamos trabajando sin descanso para medir el impacto del ciclón, evaluar los daños que ha producido y proporcionar la asistencia necesaria para afrontarlos. Nos estamos coordinando con las agencias y autoridades gubernmentales e impulsando la ayuda a los niños y niñas afectadas y a sus familias”, explica Senait Gebregziabher, director de Plan International en Bangladés.
“Hemos priorizado el suministro de materiales de uso doméstico y los kits de higiene, que pueden ser enviados a las áreas afectadas y y distribuidos en las comunidades con necesidades más urgentes. Estos materiales son fundamentales, especialmente para los que se han visto obligados a abandonar sus casas, tienen que buscar refugio y carecen de alimentos, saneamiento básico y agua potable”, concluye Gebregziabher.
Plan International trabaja en Bangladés desde 1994, donde la salud, la educación, la protección, la participación, los desastres naturales, el cambio climático, y la protección de la infancia están siempre en el centro de nuestra actividad.
En un país tan expuesto a los ciclones, la organización profundiza en la formación de los niños y niñas, sus padres, madres y profesores para que sepan cómo actuar en caso de desastre. Durante el Ciclón Komen en 2015, estudiantes formados por Plan International utilizaron micrófonos para anunciar una alerta de ciclón a los miembros de sus comunidades. La organización también apoyó a 14.000 familias en 2013, cuando el Ciclón Mahasen golpeó el sur del país.