Con motivo del Día Mundial contra la Trata, que se conmemora el 30 de julio, Plan Internacional alerta de que una de cada tres víctimas (el 33%) es menor de edad, una cifra que se eleva al 62% en África y Oriente Medio, al 31% en América y al 36% en el sur y este de Asia y el Pacífico. La trata de personas es un delito y una violación de derechos al que las niñas son especialmente vulnerables: dos de cada tres menores de edad traficados son niñas, enviadas a trabajar en el servicio doméstico, explotadas sexualmente o víctimas de matrimonios infantiles.
Las condiciones de pobreza, la discriminación de clase, casta y género, la violencia doméstica, las migraciones y las emergencias como conflictos o desastres naturales, unidos a la falta de concienciación sobre este problema, son algunos de los factores que inciden en el tráfico infantil.
El hecho de que millones de niños y niñas no sean registrados al nacer aumenta el riesgo de que sean víctimas de trata y explotación, especialmente en situaciones de emergencia. Es necesario disponer de espacios seguros para la infancia y atender los riesgos específicos a los que se enfrentan los niños y niñas en estas circunstancias.
La directora general de Plan International, Concha López, recuerda que “el Objetivo 8º de la nueva agenda de desarrollo sostenible hace un llamamiento a tomar medidas efectivas para erradicar el trabajo forzoso, acabar con las nuevas formas de esclavitud y la trata, así como las peores formas trabajo infantil para 2030”.
López añade que “Plan International trabaja contra el tráfico infantil a través de la protección y prevención en comunidades vulnerables; los sistemas de alerta; el rescate, la repatriación y la reintegración de los niños y niñas víctimas de trata, y el refuerzo de los marcos legales regionales para facilitar la cooperación entre países”.