Con motivo del Día de África, que se conmemora el 25 de mayo, Plan International alerta de que la violencia de Boko Haram en el noroeste de Nigeria han dejado a toda una generación de niños y niñas sin educación, en medio de unas las mayores y más largas crisis humanitarias del continente que afecta a los países de la cuenca del lago Chad.
La violencia de Boko Haram en el noroeste de Nigeria han dejado a toda una generación de niños y niñas sin educación, alerta Plan International, organización independiente comprometida con los derechos de la infancia y la igualdad de las niñas.
En la cuenca del lago Chad, que se extiende por Nigeria, Camerún, Níger y Chad, cientos de miles de niños y niñas han visto negado su derecho a la educación porque las escuelas han sido quemadas, bombardeadas o utilizadas para luchar contra la insurgencia desde 2009. Además, en muchos lugares, los profesores y profesoras han huido debido a los ataques.
En el Día de África, que se celebra el jueves 25 de mayo, Plan International llama la atención sobre la crisis humanitaria del lago Chad provocada por la violencia y el hambre, una de las mayores y más largas del continente, que ha provocado que 10,7 millones de personas se encuentren en necesidad de ayuda humanitaria urgente y 2,4 millones de personas se hayan visto obligadas a desplazarse.
Plan International alerta del impacto de la emergencia en la infancia, y en especial en las niñas, que son las más vulnerables en situaciones de crisis. Se calcula que 540.000 niños y niñas menores de cinco años podrían morir de desnutrición severa en 2017. Las adolescentes y mujeres jóvenes están más expuestas a sufrir violencia y abusos, embarazos precoces, matrimonios infantiles, esclavitud o tráfico.
“La educación debe ser una prioridad urgente en situaciones de emergencia, ya que proporciona un espacio seguro donde los niños y niñas están a salvo de la violencia, permite la normalización de la vida diaria y asegura una oportunidad de futuro para los niños y niñas, sus familias y sus países”, asegura Elspeth Chapman, experta en ayuda humanitaria de Plan International en España.
La importancia de la educación en emergencias
Hussaini Abdu, director de Plan International en Nigeria, expresa su preocupación sobre las consecuencias de una generación perdida: “Los niños y niñas que hoy tienen 15 años tenían solo siete cuando comenzó este conflicto”, explica y añade: “Crecer en mitad de este brutal conflicto ha afectado especialmente al desarrollo dela infancia de este país; perder la oportunidad de asistir al colegio solo ha agravado su situación y eliminado sus oportunidades de futuro”.
En Nigeria, el acceso a la educación se ha visto especialmente afectado en el noreste del país, escenario de los peores ataques. Más de un millón de personas de la región se encuentran desplazadas de sus hogares, a menudo obligadas a huir de una comunidad a otra por la violencia, lo que dificulta la asistencia al colegio de los niños y niñas. En el caso de las niñas, los padres evitan su escolarización por el alto riesgo de secuestros y abusos. Más de 7.000 niñas y mujeres han sido víctimas de la violencia de Boko Haram en el noreste del país, incluyendo matrimonio infantil, violaciones y esclavitud.
“Sin acceso a la educación, los niños y niñas están en mayor peligro de ser reclutados por las organizaciones extremistas y las bandas criminales”, dice Abdu y añade: “La pérdida de la educación les hace más vulnerables a ser reclutados por grupos armados para utilizarles en ataques suicidas o como cascos humanos. A largo plazo dificultará el fin del ciclo de violencia que está afectando a la región”.
La respuesta de Plan International en la región
Desde noviembre de 2016, Plan International trabaja en los estados de Borno y Adawama en el noreste de Nigeria para apoyar, con material escolar y formación del profesorado, la vuelta al colegio de los niños y niñas que han abandonado la escuela por la violencia.
Además, la organización está haciendo un llamamiento al gobierno de Nigeria para que proporcione programas de aprendizaje acelerado para los niños y niñas a los que se ha negado una educación por el conflicto. En las áreas en las que las escuelas están dañadas o destruidas, Plan International pide al gobierno que dé prioridad al establecimiento y puesta en marcha de espacios temporales de aprendizaje mientras se restauran las infraestructuras educativas.
En Níger, Plan International ha estado respondiendo a la crisis alimentaria y a la llegada de desplazados en la región de Diffa, en el extremo sureste de Níger, desde 2015. La respuesta de la organización se ha centrado en la educación, la protección infantil, la nutrición, la prevención de la violencia sexual y el empoderamiento económico. La grave situación de inseguridad alimentaria que atraviesan los hogares más pobres de Diffa continuará hasta septiembre de 2017.
En Camerún, Plan International trabaja en la región norte, donde la respuesta también se centra en las áreas de nutrición y seguridad alimentaria, educación, protección infantil y prevención de la violencia hacia mujeres y niñas.