Vuelta al cole: 75 millones de pupitres vacíos por los conflictos y las crisis

Las niñas son las más vulnerables. Tienen 2.5 más probabilidades que los niños de no ir al colegio si viven en países en situación de crisis o conflicto.

Anzoo tiene 17 años y, por su altura, destaca entre los demás alumnos y alumnas de la clase de recuperación en una comunidad de Imatong, en la frontera entre Sudán del Sur y Uganda. Después de tres años sin poder volver a la escuela debido a los conflictos en su país, ahora intenta recuperar los años perdidos en un centro de educación no formal para niños y niñas desplazados. 

“El primer ataque fue en nuestra escuela; algunos niños y niñas fueron secuestrados por hombres armados, nosotros conseguimos escondernos pero el colegio estuvo cerrado durante meses”, explica Anzoo, y añade: “después saquearon y quemaron casas y todos empezaron a usar la escuela como refugio, hasta que una noche entraron disparando, y tuvimos que huir de Bor, viajando durante un mes entero, hasta llegar aquí”.

Coincidiendo con la vuelta al colegio en España, Plan International recuerda que 75 millones de niños y niñas de entre 3 y 18 años han perdido su derecho a la educación en los países afectados por conflictos en todo el mundo. Las niñas son más vulnerables: tienen 2.5 más probabilidades que los niños de no ir al colegio en estos países.

“En emergencias y situaciones de crisis, los niños, niñas y adolescentes están en riesgo de ser reclutados como soldados o trabajadores, expuestos a matrimonio infantil y otras formas de tráfico y explotación sexual. La educación en estos contextos es fundamental: puede marcar la diferencia entre un futuro de explotación y uno de oportunidades y recuperación”, asegura la directora general de Plan International en España, Concha López. 

Desde que empezó el conflicto, una de cada tres escuelas en Sudán del Sur ha sido destruida, dañada, ocupada o cerrada. Plan International trabaja en el país africano y los países vecinos para garantizar la educación y protección de los niños y niñas a través de espacios amigos de la infancia, escuelas temporales y programas de educación formal, no formal y aprendizaje acelerado. 

Una segunda oportunidad para las niñas en Nigeria 

Naija tenía 15 años cuando Boko Haram atacó la granja de su padre, en el estado de Borno, en Nigeria. Durante un año, vivió como prisionera en una base en mitad del bosque. Fue obligada a casarse con uno de los militares y tuvo un bebé que ahora ya tiene un año. “Estábamos secuestradas por Boko Haram junto a muchas otras mujeres y chicas”, dice. Su marido tenía dos mujeres más, y ella no soportaba esa vida, pero aclara que “no tenía más elección. Fue un matrimonio forzado”. 

En contextos de conflicto y crisis humanitarias, el riesgo de matrimonios infantiles se multiplica, ya que para las familias es una alternativa a la educación cuando las oportunidades son muy limitadas y el camino a la escuela no es seguro. Más de la mitad de los 30 países con las mayores tasas de matrimonio infantil son estados frágiles o afectados por conflictos.

Además, la falta de educación también expone en mayor medida a las niñas a ser reclutadas por los grupos armados. Se estima que alrededor del 40% de los “niños soldado” son niñas y adolescentes. Una vez reclutadas, sus vidas están en riesgo: tres cuartas partes de las “bombas humanas” en los países de África Occidental son mujeres jóvenes. 

Por suerte, una noche de tormenta, Naija, junto a su madre, su hijo y otras 12 mujeres, escapó del campo y llegó al estado de Adawama, donde viven e intentan rehacer su vida con el apoyo de Plan International. Ahora se ha apuntado a un curso de confección y recibirá una máquina de coser y el material que necesite para montar su propio negocio de arreglos de ropa cuando termine su aprendizaje. 

Desde 2014, Plan International trabaja en los países afectados por la emergencia del Lago Chad -Nigeria, Níger, Camerún y Chad-, para ofrecer formación profesional y oportunidades económicas a los y las jóvenes afectados por la violencia, el conflicto y los desplazamientos forzosos. 

Refugiados sirios vuelven al colegio en Egipto 

Sentada en una de las aulas del proyecto “Educación en Armonía”, que Plan International desarrolla en una escuela en el barrio Seis de Octubre -una zona de los extrarradios de El Cairo conocida como “la pequeña Damasco”-, Rana, de 10 años, niega que recuerde nada de Siria. Tres años después de su llegada a Egipto, la pequeña insiste en que tiene recuerdos de su país y afirma: “no quiero ir a visitarlo”. Su madre, que la escucha paciente, comenta que la niña recuerda todo con detalle pero prefiere no decir nada por miedo a que la hagan volver.

En el mundo hay 17 millones de niños y niñas refugiados y desplazados internos en edad escolar. Algunos viven en campos de refugiados y otros en comunidades de acogida. Los niños y niñas refugiados tienen cinco veces menos probabilidades de asistir al colegio que otros niños y niñas: solo el 50% están matriculados en educación primaria y menos del 25% de los y las jóvenes refugiados estudia secundaria. 

Enfocados en la educación y protección de los niños y niñas sirios y egipcios de entre cuatro y 14 años, el proyecto de Plan International también trabaja con los refugiados y las comunidades de acogida para aumentar el entendimiento y la cooperación, mejorar la cohesión de la comunidad y asegurar la igualdad de género promocionando la igualdad en el acceso a derechos, la seguridad y el respeto.