La atención a niños y niñas, prioridad en nuestra respuesta de emergencia en la crisis Rohingya

Hay 348.000 niños y niñas viviendo en condiciones extremas; 92.340 de ellos son menores de 5 años.





Plan International, organización comprometida con la protección de los derechos de la infancia y la igualdad de las niñas, ha puesto  en marcha  la  respuesta humanitaria en Bangladés para apoyar a la población Rohingya que huye de la violencia en Myanmar, en especial a los niños y niñas, la población más vulnerable en casos de emergencia. 

La respuesta inicial de la organización está centrada en atender la necesidad desesperante de la población de acceso a agua potable y artículos de higiene personal. 

“Muchos de los que están llegando a Cox’s Bazar han caminado durante días a través de la densa jungla y cuando alcanzan Bangladés están enfermos, desnutridos y son vulnerables a la propagación de enfermedades. Con tanta gente viviendo en un espacio tan reducido, es esencial garantizar agua corriente potable en este lugar tan pronto como sea posible”, afirma Orla Murphy, directora general de Plan International en Bangladés.

La población no sólo está agotada y sedienta, la falta de agua potable aumenta enormemente el riesgo de aparición y propagación de enfermedades. La mitad de los recién llegados a la zona de Cox´s Bazar -348.000- son niños y niñas. Uno de cada cinco es menor de 5 años. Los niños, especialmente el grupo de 0 a 5 años, son los que más riesgo sufren de tener diarreas y otro tipo de enfermedades que, en un contexto tan extremo, pueden resultar fatales, provocando incluso la muerte.

La falta de baños y lugares para el aseo personal es otro problema importante al que se  enfrentan los recién llegados a Bangladés. Las mujeres, y en especial las niñas y adolescentes, son las que corren más riesgo en estos contextos de inseguridad y hacinamiento. Las menores son una población especialmente vulnerable cuando tienen que recorrer solas grandes distancias para lavarse y/o usar el servicio o cuando se ven obligadas a compartirlo con adultos sin ningún tipo de intimidad.

Plan International, presente en Myanmar desde 2008 y en Bangladés desde 1994, está extremadamente preocupada por la seguridad y bienestar de todos los niños y niñas, así como de las mujeres, atrapados en esta crisis. Una de cada cinco mujeres (27%) que llega a Bangladés está embarazada y en proceso de lactancia, por lo que toda respuesta humanitaria debe ser sensible a las necesidades específicas de las niñas y las mujeres, las más vulnerables en este tipo de crisis. La distribución de material de seguridad y sanitario para cubrir su higiene íntima es una de las necesidades más urgentes que deben cubrirse.

“Estamos particularmente preocupados por la seguridad y el bienestar de los niños y niñas, que han sufrido inmensas dificultades al hacer este peligroso viaje a Bangladesh, y cuyas vidas se han derrumbado”, afirma Concha López, directora general de Plan International. “Necesitamos una rápida y adecuada movilización de fondos por parte de todas las instituciones políticas y sociales para poder hacer frente a esta crisis humanitaria”.





Plan International lanza una petición de fondos de 1.500.000 euros para la respuesta humanitaria que proporcionará acceso a servicios básicos de emergencia (WASH) a las personas que están llegando a la zona de Cox’s Bazar. Se necesitan 18.000 letrinas de emergencia y  un suministro de agua potable de 51,96 millones de litros por día.

Hay 348.000 niños y niñas en riesgo de sufrir abusos e incluso morir

En total, más de 436.000 Rohingya han huido de sus hogares en el estado de Rakhine en las últimas cinco semanas. Más de la mitad, 348.000, son niños y niñas que se encuentran en una situación de vulnerabilidad extrema. 

Miles de personas están acampando al aire libre, en laderas fangosas, sin abrigos adecuados para las lluvias del monzón, con poco o ningún refugio, sin acceso a agua limpia, aseos o atención médica. Esta alta concentración de personas sin ningún tipo de atención supone un alto riesgo de propagación de enfermedades, además de un serio obstáculo para la protección física: 348.000 niños y niñas se enfrentan al riesgo de sufrir abusos e incluso morir. 

Hay un importante número de menores de edad que han huido solos, han perdido el contacto con sus padres durante el desplazamiento o viajan con adultos que no son familia. Todos ellos corren un alto riesgo de ser traficados, víctimas de abusos sexuales, empleados como mano de obra y, especialmente las niñas, verse obligadas a contraer matrimonio prematuramente y en contra de su voluntad.  

En Myanmar las operaciones humanitarias en el estado de Rakhine siguen interrumpidas a raíz de la reciente tensión. Plan International, presente en Myanmar desde 2008, está preparada para hacer llegar ayuda humanitaria en este país y pide a las autoridades que permitan el acceso a la ayuda de emergencia.