Solicitamos medidas urgentes para poner fin a violencia y ataques a la educación de las niñas durante conflictos

En conflicto, la educación de las niñas es objeto de ataques por razón de género y ellas tienen 2.5 más probabilidades que los niños de no estar en la escuela.

Plan International hace un llamamiento, en el marco de la III Conferencia Internacional sobre Escuelas Seguras que se celebra en Palma de Mallorca del 27 al 29 de mayo, para que los gobiernos cumplan con las leyes internacionales, las resoluciones pertinentes del Consejo de Derechos Humanos y el Consejo de Seguridad de la ONU y ratifiquen la Declaración sobre Escuelas Seguras con el fin de proteger la educación de las niñas durante los conflictos, y ha recordado que tienen 2.5 más probabilidades que los niños de no estar en la escuela y se convierten en objeto de ataques específicos por su género. 

Coincidiendo con el 30º aniversario de la aprobación de la Convención sobre los Derechos del Niño y el 70º de los Convenios de Ginebra, España se convierte en el país anfitrión de la III Conferencia Internacional de Escuelas Seguras, de la que Plan International forma parte, en la que se discutirá sobre la necesidad de impulsar la Declaración sobre Escuelas Seguras, un compromiso intergubernamental suscrito, hasta el momento, por 89 Estados, como instrumento político para proteger al alumnado, profesorado e instituciones educativas en tiempos de conflicto armado. 

“La educación es un derecho humano fundamental, más necesario que nunca en épocas de conflicto, por lo que debe estar en el centro de la respuesta humanitaria y los Gobiernos deben tomar medidas urgentes para protegerlo, incorporando la perspectiva de género. Las escuelas se convierten en campos de batalla y las niñas son utilizadas como arma de guerra: atacadas de camino y en las escuelas, secuestradas, reclutadas como esclavas y trabajadoras domésticas por los grupos armados y víctimas de violencia sexual”, ha explicado Concha López, directora general de Plan International, que participa en el panel “Impacto de género de los ataques a la educación y el uso militar de las infraestructuras educativas”. 

Según una investigación de la Coalición Global para Proteger la Educación de Ataques (GCPEA por sus siglas en inglés), en los últimos cincos años, las niñas y mujeres estudiantes y docentes han sido atacadas, a través de bombardeos de escuelas, secuestros, violaciones y abusos en al menos 18 países en conflicto. 

Por eso, Plan International ha solicitado que se pongan en marcha las siguientes medidas con carácter urgente:

  • Respetar la legislación internacional que protege el derecho a la educación, desde la Convención de los Derechos del Niños al Derecho Internacional Humanitario, así como las normas de la guerra, y sumarse e implementar la Declaración de Escuelas Seguras.
  • Recoger datos y evidencias para el monitoreo y la investigación de los ataques a la educación y las infraestructuras educativas, desagregados por sexo y edad, con especial atención a las experiencias específicas de las niñas y adolescentes. 
  • Brindar asistencia a todas las víctimas de ataques a la educación, incluyendo asistencia sanitaria, psicosocial y oportunidades de educación y formación profesional, con especial atención a las niñas.
  • Proporcionar oportunidades alternativas de aprendizaje en el marco de la Educación en Emergencias, como los espacios de aprendizaje temporal o las escuelas móviles, atendiendo las necesidades y barreras específicas de las niñas. 
  • Abordar los obstáculos específicos que enfrentan las niñas: inseguridad para viajar hacia y desde la escuela, violencia sexual y de género, reclutamiento en grupos armados, trabajo doméstico y de cuidado no remunerado y trabajo infantil. También incluyen el matrimonio infantil, precoz y forzado; embarazo precoz, así como la inseguridad alimentaria y otros desafíos específicos del contexto.
  • Promover la igualdad de género y una cultura de paz a través de la educación y fomentar la participación de las personas jóvenes, especialmente de las chicas, en los procesos de tomas de decisión y en los procesos de construcción de paz.

LAS NIÑAS Y LA ESCUELA, CAMPOS DE BATALLA

Plan International presenta en la conferencia las experiencias de niñas y adolescentes de zonas en conflicto en las que trabaja, como Sudán del Sur, la región del lago Chad y República Centroafricana, recogidas en la serie de informes “Adolescentes en emergencias” y la investigación “El derecho a la educación en el contexto del conflicto armado en República Centroafricana”. 

Las investigaciones de la organización analizan cómo han afectado estas crisis en la educación de las niñas y jóvenes e incorpora una serie de recomendaciones para su protección, desde el apoyo psicosocial a víctimas a la puesta en marcha de educación no formal.

Entre los principales hallazgos, las investigaciones subrayan que los contextos de crisis agravan la discriminación y las barreras por los roles de género preexistentes, desde la asignación de tareas domésticas hasta el incremento de los matrimonios tempranos forzados. En el informe sobre la situación de las adolescentes en la región del lago Chad, las jóvenes manifestaron su enorme deseo de tener una educación, pero explicaron que a menudo no pueden continuar en la escuela secundaria por verse obligadas a casarse o a trabajar. El 57,4% de las encuestadas fueron casadas entre los 14 y los 15 años.

En contextos de crisis, como las guerras, la violencia de género, desde la violencia sexual como arma de guerra a la prostitución de las niñas o los embarazos precoces, son factores que imposibilitan que las niñas puedan ir al colegio en condiciones de seguridad, lo que provoca su abandono escolar.

LOS PROYECTOS DE PLAN INTERNATIONAL





En la República Centroafricana, Plan International está trabajando para proteger a los niños y niñas desmovilizados de grupos armados, reuniéndolos con sus familias o en acogida y ofreciendo asistencia a las personas internamente desplazadas. Más de 3.000 niños y niñas reciben apoyo para regresar a la escuela o participar en formación profesional. “Abandoné la guerrilla cuando me di cuenta de que todavía soy joven y que la educación es el mejor camino para conseguir un futuro y me uní al proyecto para aprender un oficio con el que ganarme la vida”, explica Viviane, una niña de la prefectura de Nana-Gribizi.

En Sudán del Sur, Plan International trabaja desde 2006 con miles de niñas para ofrecerles apoyo psicosocial, materiales educativos, formación profesional y asistencia durante los embarazos para que puedan continuar con sus estudios. Para Grace, de 27 años, que tuvo que abandonar la escuela con seis huyendo del conflicto, conseguir un certificado de graduación parecía imposible, pero ahora ha podido completar su formación y comenzar un nuevo negocio. 
En la región del lago Chad, donde más de 2,2 millones de personas han sido desplazadas y la mitad son niñas y niños, Plan International trabaja desde 2016 en el noreste de Nigeria proporcionando materiales escolares y capacitando al personal docente con el fin de ayudar a que niños y niñas que abandonaron la escuela puedan reanudar sus estudios. A través de las escuelas móviles, 154.000 niños y niñas pueden continuar su educación en espacios seguros alternativos cuando no pueden acceder al colegio.