El acoso callejero es la forma de violencia de género más normalizada

El informe “(In)Seguras en las calles” pone de relieve que las chicas sufren acoso sexual diariamente, que “ocurre tan a menudo” que lo han normalizado y solo el 10% de las chicas presentan denuncia.

Pese a que es una de las formas de violencia de género más extendidas, el acoso callejero está tan normalizado que muchas chicas de ciudades de todo el mundo lo viven “resignadas”. Plan International reclama medidas para acabar con esta discriminación por género que provoca miedo e inseguridad a niñas y jóvenes y afecta directamente a sus derechos, limitando su movilidad, libertad y educación.

Con motivo del Día Internacional contra la Violencia de Género, que se celebra el 25 de noviembre, Plan International se ha aliado con la iniciativa neoyorquina “Chalk Back” para denunciar el acoso callejero pintando con tiza los comentarios y piropos que reciben las chicas en las calles de cinco ciudades: Nairobi (Kenia), Kampala (Uganda), El Cairo (Egipto), Delhi (India) y Lima (Perú). 

Niñas y mujeres jóvenes de diferentes países escribirán, utilizando tizas de colores, algunos de los comentarios ofensivos que reciben cada día en las calles en los lugares donde han sufrido algún episodio de acoso callejero. El objetivo principal de esta acción es concienciar y generar un diálogo a nivel mundial, tanto en las calles como en los medios de comunicación y las redes sociales, sobre la importancia de acabar con el acoso callejero.  

Niñas y mujeres jóvenes de diferentes países escribirán, utilizando tizas de colores, algunos de los comentarios ofensivos que reciben cada día en las calles

Plan International se suma con esta iniciativa a los 16 días de activismo contra la violencia de género, una campaña mundial promovida por Naciones Unidas que cada año se conmemora del 25 de noviembre al 10 de diciembre, y cuyo objetivo es erradicar la violencia contra las mujeres y las niñas en todo el mundo. 

“Estos 16 días de activismo son cada año una oportunidad para que las niñas y las jóvenes se enfrenten a la violencia de género y para que los líderes políticos se comprometan a defender su derecho a vivir libres y seguras. La iniciativa “Chalk Back” es una forma innovadora y pacífica de abordar el acoso callejero y de atraer la atención necesaria sobre este problema global que afecta a millones de niñas en todo el mundo”, ha explicado Concha López, directora general de Plan International.

El concepto “Chalk Back” surgió de la idea de una joven universitaria de 22 años, residente en Nueva York, Sophie Sandberg, quien, en 2016, comenzó a publicar en la cuenta de Instagram @CatcallsofNYC, ejemplos reales de situaciones de acoso callejero que ella misma y otras chicas, que se comunicaban con ella a través de esta red social, habían sufrido en su ciudad. Desde entonces, este movimiento contra el acoso callejero liderado por chicas jóvenes, se ha extendido a 150 ciudades de todo el mundo. Las activistas locales escriben con tizas en las calles los piropos y comentarios no deseados que reciben para crear conciencia sobre los problemas que conlleva el acoso callejero.

La iniciativa se enmarca en el programa “Ciudades Seguras” de Plan International, cuyo objetivo es construir ciudades seguras, responsables e inclusivas con y para las niñas y adolescentes. El programa está activo en todas las ciudades en las que se van a escribir los mensajes, así como en Hanoi, Vietnam; Manila, Filipinas; Asunción, Paraguay; Honiara, Islas Salomón; y Alejandría, Assiut y El Cairo, en Egipto.

(In)seguras en las ciudades





La organización puso en marcha el año pasado la iniciativa Free To Be, a través de la cual recogió las experiencias de adolescentes y mujeres jóvenes de Madrid, entre otras cuatro ciudades (Kampala, Nueva Delhi, Lima y Sídney), para visibilizar esta forma de violencia. Las jóvenes participaron además en grupos de trabajo en los que se elaboraron recomendaciones y peticiones a los gobiernos locales. 

Con los más de 21.000 testimonios recogidos y entrevistas a expertos y expertas de 22 ciudades, se elaboró el informe “(In)seguras en las ciudades”, que reveló que el acoso sexual es el principal riesgo de seguridad que enfrentan las niñas y las jóvenes en todo el mundo. Según el estudio, las jóvenes adoptaron los mismos mecanismos de defensa en todas las ciudades del estudio: tras una situación de acoso el 40% evitó volver a pasar sola por el lugar, algunas nunca vuelven al sitio y, las menos llegaron a dejar los estudios o el trabajo a raíz de una experiencia de acoso. 

Con el fin de garantizar la libertad y la participación de las niñas y jóvenes en la agenda urbana, la organización lanzará próximamente, en España y Bélgica, el proyecto “Safer Cities for Girls”, que pretende identificar y ayudar a prevenir el acoso callejero. La iniciativa, financiada por la Comisión Europea, recogerá las experiencias y testimonios de jóvenes en Madrid, Sevilla, Barcelona, Bruselas, Charleroi y Amberes, para analizar la dimensión del problema del acoso callejero y buscar propuestas y soluciones a la seguridad y la libertad de las niñas y mujeres jóvenes.
Medidas contra el acoso callejero

Plan International recuerda que la seguridad de las niñas y jóvenes en todos los espacios es uno de los #AsuntosPendientes que deben resolverse en la próxima legislatura, y defiende que las medidas para erradicar el acoso también tienen que pasar, en primer lugar, por sumar a los hombres y los chicos a la lucha por la igualdad y la superación de las relaciones desiguales de poder entre las mujeres y los hombres y por superar los roles y estereotipos que perjudican a las chicas.

Además, la organización promueve y defiende la participación de las niñas y jóvenes en la toma de decisiones para que quienes ocupan cargos de autoridad y de poder, en todos los niveles, escuchen a las jóvenes y trabajen junto con ellas a la hora de aplicar medidas contra el acoso callejero. 

También recomiendan que las autoridades municipales y nacionales se doten de políticas y de normas que sancionen todas las formas de acoso callejero, para transmitir el mensaje de tolerancia cero al acoso de niñas y mujeres a la sociedad en su conjunto.