Los niños y niñas son los más vulnerables a sufrir traumas y ansiedad tras la explosión en Beirut

Además de comida, agua y refugio, es necesario ofrecer apoyo psicosocial urgente para ayudar a los niños, niñas y adolescentes a asimilar lo que han vivido.









Miles de niños y niñas en Beirut están en riesgo de desarrollar estrés postraumático y/o ansiedad tras la explosión ocurrida el pasado 4 de agosto en la capital libanesa, lo que podría afectar a su desarrollo, advierte Plan International, organización humanitaria que trabaja por los derechos de la infancia y la igualdad.

En las semanas transcurridas desde la devastadora explosión, los padres y madres han informado a la ONG de un aumento notable de niños, niñas y adolescentes que tienen dificultades para dormir, sufren pesadillas y flashbacks o tienen un miedo excesivo a salir.

La angustia, ansiedad y el miedo a quedarse solos también ha provocado que muchos niños y niñas tengan comportamientos agresivos, lloren constantemente y tengan trastornos del apego, mientras que otros presentan alteraciones a la hora de comer, dormir y expresarse.

“Unos 100.000 niños y niñas se han visto afectados directamente por la explosión, y muchos todavía viven con familiares, en refugios temporales o en apartamentos inseguros sin ventanas ni puertas. Es posible que no puedan regresar a sus hogares durante meses. Es fundamental garantizar la atención psicológica urgente a los niños y niñas tras este episodio traumático, que tendrá secuelas en su desarrollo”, asegura Concha López, directora general de Plan International. 

“Ha sido el peor día de mi vida. Todavía puedo oír el ruido de la explosión en mis oídos, como si hubiera ocurrido hace una hora”, relata Elie, de 15 años, a la ONG Plan International tras la explosión que acabó con la vida de alrededor 178 personas, dejó más de 6.500 personas heridas y arrasó amplias zonas de la capital libanesa, con más de 80.000 viviendas dañadas.

Se teme que la crisis tenga un impacto significativo en la salud mental y el bienestar de la infancia, y, en este sentido, la ONG Plan International advierte que, además de comida, agua y refugio, se necesita urgentemente apoyo psicosocial para ayudar a los niños, niñas y adolescentes a asimilar lo que han vivido.

Christina, una madre residente en Beirut, cuenta que su hijo de cinco años todavía no ha podido dormir en su cama porque su vecindario, el barrio de Mar Mikhael, ha quedado prácticamente destruido: “Mi hijo todavía está traumatizado y se niega a dormir en su cama”, explica, y añade: “Quiere estar a mi lado y que le abrace todo el rato. No estoy segura de cómo hablarle para que se sienta seguro otra vez, ya que yo tampoco me siento segura”.

Apoyo psicosocial y protección a la infancia más vulnerable

La organización ha activado el convenio de emergencia que mantiene con la AECID para para poner en marcha una intervención humanitaria en la que se proporcionará atención psicológica de urgencia y atención psicosocial a unos 750 niños y niñas y se distribuirán kits de higiene a 1.200 familias afectadas por las consecuencias de la explosión en el puerto de la capital libanesa.

Además, Plan International está organizando diferentes actividades como talleres de teatro, artesanía, narración de cuentos y deportes, para que los niños, niñas y adolescentes puedan interactuar con otros en un entorno seguro y ha formado a los padres, madres y cuidadores sobre cómo hablar con los niños, niñas y jóvenes sobre el desastre.

“Los niños y niñas cargarán con las secuelas de lo que han presenciado durante mucho tiempo”, explica Elissa Al-Hassrouny, especialista en protección de la infancia de Plan International Líbano. En este sentido, la especialista añade que es importante ayudar a los niños y niñas a expresar y compartir sus sentimientos, experiencias y pensamientos sobre este acontecimiento traumático ya que les permitirá aprender a apoyarse a sí mismos, identificar mecanismos positivos para hacer frente a la situación actual y a la inestabilidad que les rodea.