LOS CASOS DE MUTILACIÓN GENITAL FEMENINA AUMENTAN PREOCUPANTEMENTE DEBIDO A LA PANDEMIA

Se prevé que la pandemia de la COVID-19 puede provocar 2 millones de casos más de mutilación genital femenina que, en otras circunstancias, se podrían haber evitado.

Los confinamientos, la pérdida de acceso a la educación y los servicios de salud sexual y reproductiva, así como la falta de redes de protección, han supuesto para millones de niñas un mayor riesgo de ser sometidas a mutilación genital femenina, advierte la ONG Plan International, que trabaja en defensa de los derechos de la infancia y la igualdad de las niñas.

Con motivo del Día Internacional de Tolerancia Cero con la Mutilación Femenina, que se conmemora el 6 de febrero, la organización ha recordado que, tal y como viene advirtiendo a través de la campaña ‘Girls in Crisis’, las consecuencias económicas y sociales de la pandemia están teniendo un efecto devastador en los derechos de millones de niñas y adolescentes en todo el mundo, quienes son doblemente vulnerables: por los impactos económicos y sociales de la pandemia y por las diferentes formas de violencia de género, como la mutilación genital femenina.

“Actualmente, más de 200 millones de niñas y mujeres en el mundo han sufrido mutilación genital femenina y se prevé que la pandemia de la COVID-19 podría provocar otros 2 millones de casos más que, en otras circunstancias, se podrían haber evitado. Sin programas de vacunación universal y equitativa que permitan avanzar hacia el fin de la pandemia, millones de niñas y adolescentes seguirán sufriendo los peores impactos de la desigualdad”, subraya Concha López, directora general de Plan International.

La organización denuncia que, en algunos de países en los que todavía se lleva a cabo esta práctica, muchas familias han percibido el confinamiento como un momento oportuno para llevar a cabo este procedimiento en los hogares, ya que se contaba con tiempo suficiente para la curación, sin la vigilancia y protección que podrían ofrecer los servicios de salud o los centros educativos. Por ejemplo, en Somalia se está registrando un aumento preocupante de los casos como consecuencia de la pandemia de la COVID-19 y las niñas están siendo sometidas a la mutilación genital femenina en reuniones grupales. Según Plan International, en un evento reciente se informó de la presencia de hasta 20 niñas.

VACUNACIÓN PARA FRENAR LA DESIGUALDAD

En este sentido, la organización recuerda que, debido a que los programas contra la MGF del año pasado no se llevaron a cabo por la pandemia, y es posible que los de 2021 tampoco se pongan en marcha, los progresos para acabar con esta práctica se reducirán en un 33%. En general, los avances conseguidos para garantizar los derechos de las niñas y adolescentes están en riesgo de retroceder mientras dure la pandemia.

Por ello, solicita a los gobiernos que tomen medidas urgentes para asegurar que todos los países, especialmente los de ingresos bajos y medios, puedan ofrecer programas de vacunación equitativos, eficaces y seguros para toda la población. De lo contrario, las niñas podrían estar aún más expuestas a la mutilación genital femenina y a otras formas de violencia. En este sentido, la organización apoya el llamamiento de la People’s Vaccine Alliance para que las vacunas de la COVID-19 sean consideradas como un bien público mundial y sean distribuidas gratuita y equitativamente en función de las necesidades de la población.

La pandemia está afectando profundamente al entorno en el que crecen y se desarrollan las niñas, aumentando los riesgos de protección y debilitando su salud, bienestar y capacidad de recuperación a largo plazo. Las niñas y las jóvenes que viven en entornos frágiles y afectados por conflictos corren aún más riesgos, y las ya de por sí débiles estructuras de protección se enfrentan a un mayor desgaste.

En España, aunque está prohibida por ley, hay más de 15.500 niñas de hasta 14 años procedentes de países donde se lleva a cabo esta práctica.  De estas niñas, se estima que 3.652,13 están en riesgo de sufrir mutilación genital  . Barcelona es la provincia con el número estimado de niñas en riesgo más elevado, con 746,14 niñas. La segunda es Girona (504), seguida de Madrid (335).

CONSECUENCIAS DE LA MGF

La mutilación genital femenina tiene consecuencias de por vida para las niñas y es una violación grave de sus derechos. Entre las consecuencias físicas, se pueden producir hemorragias, problemas urinarios y, a largo plazo, cistitis, infecciones, infertilidad, complicaciones en el parto y aumento el riesgo de mortalidad de la madre y el bebé, así como efectos psicológicos duraderos.
Plan International solicita que la información y los servicios de salud sexual y reproductiva, así como los servicios de prevención y respuesta a las diferentes formas de violencia de género, incluida la mutilación genital femenina, se consideren como esenciales durante las crisis y emergencias. En este sentido, reclama que se adapten para garantizar su accesibilidad permanente durante la pandemia.

Los riesgos de protección de la infancia y los riesgos derivados de las prácticas nocivas deben evaluarse, vigilarse y abordarse en las respuestas a la COVID-19, incluso en los campamentos de personas refugiadas y desplazadas, las comunidades de acogida y en las situaciones de cuarentena. Las niñas y las mujeres jóvenes deben participar en la elaboración de planes de respuesta y recuperación para garantizar que se incluyan sus necesidades específicas.