Un 63% de las niñas y adolescentes en todo el mundo desafían en secreto las normas de género en su vida cotidiana

Las niñas de todo el mundo están desafiando las normas de género de forma creativa y valiente en su día a día, aunque muchas veces lo hacen en silencio para protegerse. Así lo demuestra el nuevo informe global de Plan International y la Universidad de Cardiff, titulado “La resistencia cotidiana de las niñas”, que analiza cómo impulsan cambios sociales desde su vida diaria. º

El estudio revela que el 63% de las niñas resiste las normas de género en secreto —desde ganar dinero sin que sus padres lo sepan hasta mantener amistades o relaciones ocultas— porque hacerlo públicamente puede poner en riesgo su seguridad. Aun así, casi la mitad (47%) se atreve a desobedecer abiertamente estas normas en algún momento. 

El informe también advierte que desafiar abiertamente las normas puede ser peligroso: el 83% de las niñas que resistieron dijo haber sufrido castigos físicos en la infancia. Por ello, muchas optan por ocultar su resistencia para mantenerse seguras. 

La igualdad de género no podrá alcanzarse si hay niñas que se ven obligadas a esconderse o temen por su vida por defender sus derechos. Ellas ya están impulsando el cambio. Necesitan marcos legales que las protejan, adultos que las apoyen, entornos seguros y la libertad para hablar sin miedo”, asegura Concha López, directora general de Plan International.  

Basado en 18 años de investigación cualitativa del proyecto Real Choices, Real Lives, la investigación siguió a 142 niñas en nueve países (Benín, Togo, Uganda, Brasil, República Dominicana, El Salvador, Camboya, Filipinas y Vietnam) desde su nacimiento hasta los 18 años. La conclusión es clara: las niñas participan políticamente en su vida cotidiana, aunque no se identifiquen como activistas. 

Resistencia cotidiana: pequeños actos, grandes cambios. 

Si bien la atención pública suele centrarse en activistas famosas como Malala Yousazfai o Greta Thunberg, el informe revela que la mayoría de las niñas participan políticamente de manera más silenciosa pero igualmente transformadora, y que necesitan más apoyo por parte de los adultos para hacerlo con seguridad. 

La investigación muestra que la resistencia adopta muchas formas: practicar deportes tradicionalmente masculinos, cuestionar por qué se les asignan más tareas domésticas, exigir educación sexual integral o reclamar el derecho a decidir sobre su futuro. Estos gestos, aunque parezcan pequeños, son actos políticos que desafían las normas de género y abren camino hacia la igualdad. 

En Brasil, Juliana desafió las expectativas familiares al seguir jugando al fútbol, pese a que sus abuelos lo consideraban “inapropiado para una niña”. Su perseverancia no solo le permitió seguir en el campo, sino que cambió la mentalidad de su entorno, demostrando que cuando los adultos escuchan y apoyan, se abre la puerta a una transformación social más amplia. 

Un llamado a la acción 

El informe insta a gobiernos, educadores y comunidades a crear entornos donde las niñas puedan liderar el cambio. En este sentido, llama a los Gobierno a reforzar los marcos legales que garanticen la igualdad y no discriminación, prohibir la violencia contra la infancia, financiar una educación inclusiva e igualitaria y apoyar la participación y el liderazgo juvenil.  

Reclama asimismo a los centros educativos que ofrezcan espacios seguros para que las niñas hablen libremente, participen en actividades y reciban una educación sexual integral y hace un llamamiento a las familias y comunidades para que escuchen a las niñas, cuestionen las normas restrictivas y sean modelos de igualdad.  

Puedes leer aquí el estudio completo