Una adolescente toma el poder en la preparación de la nueva coreografía de CHANEL y escucha en exclusiva su nuevo single “TOKE”

Para conmemorar y reivindicar el Día Internacional de la Niña, celebrado el 11 de octubre, Rafaella, de 18 años, ha tomado el poder en los ensayos de Chanel. La joven acompañado a la artista por un día y ha escuchado en exclusiva ‘TOKE’, su segundo single y canción elegida por la Selección Española de Futbol y TVE como himno de La Roja en el Mundial de Fútbol masculino de Catar. Esta acción reclama el papel de adolescentes y niñas en los espacios de poder, como parte de la campaña #EqualPowerNOW de Plan International.

En el décimo aniversario de la aprobación de este día a instancias de Plan International, la organización dedicada a la defensa de los derechos de la infancia y la igualdad de las niñas fomenta tomas simbólicas de poder, o takeovers. En estas acciones, jóvenes de sus grupos de participación ocupan los puestos de poder de empresas, instituciones públicas y otros lugares de toma de decisiones.
La toma de poder con Chanel se une a otros takeovers en España y en otros lugares del mundo, como los que se realizaron en el Palacio Nacional sede del gobierno de República Dominicana, en la presidencia de Timor Oriental, en el ministerio de economía digital de Burkina Faso y en embajadas de varios países.

Estas acciones simbólicas muestran la voluntad de participación de las niñas y las adolescentes, como prueban los resultados del informe «Equal Power NOW: niñas, mujeres jóvenes y participación política», que también manifiesta la necesidad de abrirles paso en el poder político, económico, social y cultural.

Construir la participación de niñas y mujeres jóvenes

La toma de poder con Chanel ocurrió durante un ensayo de la artista, donde Rafaella, joven participante de los programas de Plan International, no solo acompañó a la cantante y bailarina en la coreografía de SloMo, con la que quedó tercera en el Festival de Eurovisión. Si no que también la asesoró en la gestión de su agenda de trabajo y opinó sobre ‘TOKE’: su segundo single y canción que será himno de la selección española en la Copa Mundial de Fútbol masculino de la FIFA Catar 2022, que empieza en noviembre.
La joven de 18 años, Rafaella, que cursa el primer año del grado de Biología con el sueño de trabajar en la NASA, es voluntaria con Plan International en actividades con niños y niñas refugiados ucranianos y ha participado en programas de intercambio cultural y liderazgo femenino. Con Chanel no solo le vincula su pasión por la música y la danza, sino un origen migrante sobre el que hablaron durante su encuentro.

“Para muchas chicas y adolescentes eres una referente. Te quería preguntar si, siendo mujer joven y encima inmigrante, alguna vez has sufrido algún tipo de discriminación que te haya frenado a lo largo de tu trayectoria profesional”, preguntó Rafaella a Chanel.

Al igual que Rafaella, Chanel emigró a España cuando era niña. Desde entonces, la artista ha cosechado muchos éxitos, desde Eurovisión hasta una audición con Steven Spielberg para un musical. Aunque estos no han estado exentos de críticas, Chanel recuerda las palabras con las que la directora de su escuela de danza aconsejó ser positiva desde la infancia: “Hay muchas mejores que tú, pero ninguna como tú”. Algo que ella interiorizó para rodearse de gente que la apoya y lo que le permite expresarse tal y como es.

“He recibido mucha discriminación por ser inmigrante y por ser mujer. Pero eso no me ha frenado. Vivir ese tipo de situaciones lo único que me hace es coger más fuerzas para alzar más la voz. […] Hay que mantener a esa niña interior viva, para que nos recuerde en los momentos de más altibajos. Mi consejo es que ellas se rodeen de gente que construya y no que destruya”, respondió la artista.

Plan International reclama la participación de las niñas, adolescentes y jóvenes en todos los ámbitos de la sociedad, y especialmente en la toma de decisiones políticas que afectan a su vida. La organización insta a Gobiernos y toda la sociedad a abrir espacios formales, seguros e inclusivos, para la participación real de las niñas y jóvenes y a promover una educación cívica que les permita adquirir los conocimientos y las habilidades fundamentales para el liderazgo y la socialización política.