A principios de esta semana, personal experto de Naciones Unidas ha pedido que se investiguen las denuncias de “graves violaciones de derechos humanos” contra niñas y mujeres palestinas en Gaza y Cisjordania.
Los informes, que la ONU describe como creíbles, incluyen ejecuciones extrajudiciales, violaciones, violencia sexual y detención arbitraria por parte de las fuerzas militares israelíes. En una declaración hecha pública por personal experto de la ONU, se detalla que estas declaraciones son horribles y profundamente angustiosas. Plan International apoya plenamente los llamamientos de Naciones Unidas y de otras organizaciones humanitarias para una investigación creíble e independiente.
En Plan International también estamos horrorizados por los informes que afirman que grupos armados palestinos ejercieron violencia sexual y de género en Israel el 7 de octubre. Estas denuncias también requieren una investigación exhaustiva, y apoyamos el llamamiento de ONU Mujeres para llevar a cabo una investigación independiente sobre cualquier forma de violencia sexual y de género. Asimismo, apoyamos a la Comisión de Investigación de la ONU sobre los Territorios Palestinos Ocupados, la cual ha iniciado un proceso para recopilar información sobre crímenes de género tanto en los Territorios Palestinos Ocupados como en Israel.
Como organización humanitaria que defiende los derechos de la infancia y la igualdad de género en todo el mundo, en cualquier conflicto, la postura de Plan International es que todas las partes deben adherirse al Derecho Internacional Humanitario, incluida la protección de niñas y mujeres contra la violencia sexual. Las violaciones y agresiones sexuales son crímenes de guerra y una violación del Derecho Internacional Humanitario que nunca pueden justificarse.
También pedimos mecanismos de apoyo y justicia para todas las víctimas y supervivientes.
Plan International continúa solicitando un alto el fuego inmediato, permanente y definitivo en Gaza y la liberación de todos los rehenes civiles. Con independencia de ello, debe haber garantías de seguridad y acceso sin obstáculos para las y los trabajadores humanitarios y los suministros de ayuda, para comenzar a poner fin al sufrimiento indescriptible en el que están sumidos Gaza, Cisjordania e Israel desde el 7 de octubre.