Los ataques a la infancia en Ucrania deben cesar, garantizando el tránsito seguro para todos

Stephen Omollo, CEO de Plan International: 

La crisis humanitaria a la que se enfrentan las niñas y los niños atrapados en el conflicto de Ucrania escala por momentos. Cada día, cada hora de combates, supone la perdida de incontables vidas, hogares e infancias. Las niñas y los niños arrastraran estas heridas, visibles e invisibles, mucho después de que los enfrentamientos hayan cesado. 

Por ellos y ellas, es crucial conseguir un alto el fuego inmediato antes de que se pierdan más vidas. 

Estamos consternados por el reporte de violaciones del mandato de las Naciones Unidas para la protección de la infancia durante los conflictos armados. La infancia tiene derecho a vivir sin el miedo a que un misil atraviese su habitación. Todas las partes de cualquier conflicto deben respetar sus obligaciones en virtud del derecho internacional humanitario y de los derechos humanos. Acogemos con satisfacción la investigación del Fiscal de la Corte Penal Internacional sobre la situación en Ucrania. Las infraestructuras civiles no deben ser un objetivo de guerra. Tienen que cesar de inmediato los ataques a edificios de viviendas, hospitales y escuelas, y otros centros que proveen suministros esenciales para la infancia.  

“A medida que la situación sigue empeorando, las niñas, los niños y sus familias necesitan poder llegar a un lugar seguro”.

A medida que la situación sigue empeorando, las niñas, los niños y sus familias necesitan poder llegar a un lugar seguro. Estamos muy preocupados por las situaciones de discriminación y racismo, e incluso violencia, que están sufriendo algunos jóvenes no ucranianos y con distinto origen étnico, cuando tratan de cruzar las fronteras huyendo del conflicto.   

La discriminación no tiene cabida en ninguna respuesta humanitaria. Nos solidarizamos con todas las personas cuyas vidas están siendo destrozadas por el conflicto en Ucrania. De acuerdo con las leyes, normas y convenios internacionales, todas las personas afectadas por la guerra tienen derecho a la protección, sin discriminación por motivos de raza, religión, país de origen, género, edad, capacidades, orientación o identidad sexual o cualquier otra circunstancia personal. El trato en las fronteras debe ser equitativo, dando prioridad a los más vulnerables. 

Plan International tiene misiones en marcha en Moldavia, Rumanía y Polonia para definir la mejor manera de apoyar a las niñas, los niños y sus familias en estos momentos. Estamos trabajando contrarreloj con organizaciones locales para garantizar ayuda inmediata a la infancia y a sus familias que cruzan la frontera.  

Hacemos un llamamiento a las autoridades ucranianas, a las de los países de tránsito y acogida, a las organizaciones que proporcionan la tan necesaria ayuda humanitaria y a la población en general para que se comprometan con los principios humanitarios y rechacen cualquier forma de discriminación de las poblaciones afectadas.