Nos solidarizamos con las 10.000 familias refugiadas rohingya afectadas por los fuertes incendios ocurridos en el campamento de Kutapalong, en el Cox’s Bazar, Bangladesh. La comunidad internacional y el Gobierno de Bangladesh han trabajado de forma conjunta y sin descanso para apoyar a las personas afectadas por el incendio ocurrido el 22 de marzo de 2021.
El fuego arrasó los campamentos de refugiados, que están densamente poblados, y se extendió rápidamente por cuatro de los campamentos que integran el mayor asentamiento de refugiados del mundo, que alberga a más de un millón de personas. Desde el primer momento, personas voluntarias rohingya acudieron al lugar de los hechos para responder a la emergencia y siguen trabajando sin descanso para ayudar a contener el fuego y salvar vidas, en estrecha colaboración con los cuerpos de bomberos, los miembros de la comunidad humanitaria y los y las residentes locales. A pesar de estos esfuerzos, los primeros informes indican que al menos 11 personas han fallecido en condiciones trágicas. Con los refugios reducidos a cenizas y sin ningún lugar donde vivir, las mujeres, las niñas, las personas con discapacidad y las personas mayores son quienes se enfrentan mayores peligros que amenazan su seguridad personal.
Nos preocupan especialmente los relatos que nos han hecho llegar las personas refugiadas rohingya, que nos han contado que estaban atrapadas y que no podían ponerse a salvo debido a la valla que rodea los campamentos. En algunos casos, nos relatan que tuvieron que cortar esta valla de alambre de espino para sobrevivir. El vallado dificultó la posibilidad de los y las refugiados a la hora de escapar y provocó importantes retrasos al cuerpo de bomberos. Huir en estas circunstancias es aún más difícil, si no imposible, para las personas refugiadas con discapacidad. Los retrasos contribuyeron a que se produjeran mayores daños en las viviendas, los centros de aprendizaje y las instalaciones sanitarias, de los que dependen los refugiados, especialmente en uno de los campamentos, donde todo quedó destruido.
Agradecemos enormemente la colaboración del gobierno de Bangladesh, el ejército, la policía y el cuerpo de bomberos, así como sus esfuerzos para extinguir el fuego y colaborar con el personal humanitario para asistir a las personas refugiadas afectadas. Sin embargo, es necesario aumentar los esfuerzos para garantizar que esta catástrofe no se repita en el futuro. Aunque el incendio de hace unos días es, con diferencia, el más grave ocurrido hasta el momento, no es el único que se ha producido en los últimos meses. Por lo tanto, es necesario tomar medidas urgentes para abordar la seguridad de las personas refugiadas, así como el acceso humanitario de emergencia para evitar la pérdida de vidas y mitigar la exposición a riesgos extremos en el futuro.
Tras los sucesos del lunes, proponemos las siguientes medidas para llevarlas a cabo en coordinación con Naciones Unidas, las agencias donantes, el Gobierno de Bangladesh y los líderes comunitarios. Además, reafirmamos nuestro compromiso con la seguridad y el bienestar de los y las refugiados y las comunidades de acogida en el Cox’s Bazar. Nuestras recomendaciones son las siguientes:
- Tras el incendio, es necesario intensificar la ayuda en alojamiento, alimentos, agua, salud, protección de la infancia y apoyo psicosocial a las personas refugiadas. La comunidad internacional debe garantizar que la respuesta tenga la financiación adecuada para cubrir unas necesidades que ahora son mayores que antes.
- Se debe replantear el sistema de vallas que atraviesan las carreteras de acceso a los campamentos, y abrir las puertas de acceso y establecer personal las 24 horas del día, para garantizar el paso seguro durante las emergencias y el acceso de los servicios de respuesta a las mismas.
- Los campamentos deben ser seguros para las personas refugiadas en situaciones de emergencia. Los campamentos tienen que ser reconstruidos de forma más segura, proporcionando más espacio entre los refugios y utilizando materiales no inflamables. Deben trazarse mapas y carteles que marquen claramente las rutas seguras. Este plan debe elaborarse con las aportaciones de los y las refugiadas rohingya, las comunidades de acogida afectadas y el personal humanitario.
- Es necesario un plan de evacuación exhaustivo. Debe redactarse en colaboración con los agentes humanitarios pertinentes, para garantizar la seguridad de los y las rohingya en caso de que se produzcan inundaciones, incendios, ciclones u otras emergencias repentinas.
- Muchas personas refugiadas han perdido toda su documentación debido al incendio. El gobierno de Bangladesh y la comunidad humanitaria deben garantizar que los y las refugiadas tengan un acceso interrumpido y sin impedimentos a los servicios hasta que se puedan reponer los documentos de registro.
Firmado:
ActionAid
Acción contra el Hambre
CARE
Christian Aid
Community Partners International
Concern Worldwide
DanChurchAid
Consejo Danés para los Refugiados
Educo
HEKS/EPER- Ayuda de la Iglesia Suiza
HELVETAS
Handicap International – Humanidad e Inclusión
Comité Internacional de Rescate
Islamic Relief
MAF Bangladesh
Médicos del Mundo Francia
Médicos del Mundo Japón
Médicos del Mundo Suiza
Consejo Noruego para los Refugiados
Oxfam Internacional
Plan International
Soluciones Prácticas
Save the Children
Solidaridad Internacional
United Purpose
World Vision
VSO
Trabajo de Plan International con las y los refugiados rohingya en el Cox’s Bazar
Plan International, presente en Bangladesh desde 1994, trabaja para asegurar que las niñas y niños del campamento puedan comenzar o continuar su educación, lo cual es vital para su bienestar actual y futuro. Ofrecemos acceso a la educación a 13.520 niñas y niños de entre 3 y 14 años en 700 centros de aprendizaje. Además, 660 de ellos están recibiendo educación en sus hogares.
Además, los Espacios Amigos para la Infancia de Plan International se han convertido en un lugar de protección a la infancia en el que los niños, niñas y adolescentes, aprenden, reciben apoyo y se relacionan con otras personas de su edad. En los espacios seguros los niños y niñas que se han visto separados de sus familias o cuyos padres pueden hablar sobre aquello que les preocupa, especialmente sobre la violencia y los abusos.
Desde que estallara la pandemia de la COVI-19, el personal humanitario de la organización en Bangladesh se desplaza diariamente al Cox’s Bazar para llevar a cabo sesiones informativas sobre el coronavirus, garantizar que las instalaciones de agua, higiene y saneamiento estén operativas y continuar con la labor de protección de la infancia.
Tras el incendio, Plan International ha llevado a cabo una evaluación rápida y ha identificado las necesidades urgentes que deben ser cubiertas de manera inmediata. En cuanto a temas de protección, la organización ha identificado tres áreas prioritarias de actuación:
- Apoyo psicosocial a la población afectada.
- Sensibilización sobre el uso adecuado de las bombonas y estufas de gas. La formación en seguridad contra incendios es fundamental para los y las refugiadas rohingya.
- Sensibilización acerca del tráfico de niños y niñas, así como sobre acoso sexual, dirigida a padres, madres y adolescentes.
En cuanto a refugio, Plan International alerta de la necesidad de tiendas de campaña temporales, especialmente para mujeres y niños, materiales de uso doméstico y suministro de energía en la zona por la noche. En el área de educación, será necesario establecer centros de aprendizaje temporal para niños y niñas, y poner en marcha oportunidades de aprendizaje en tiendas de campaña para garantizar su seguridad. Respecto a salud, los refugiados y refugiadas rohingya necesitan tener acceso a un equipo o centro médico móvil, especialmente para mujeres y niñas. Además, deberán tenerse en cuenta las necesidades de alimentación, distribuyendo tres comidas al día, hasta que las familias reconstruyan sus casas, además de jabón, agua potable, saneamientos y cuartos de baño para niños y niñas, teniendo en cuenta la situación de pandemia, así como otros productos de primera necesidad: paños, ollas, cubos, artículos de cocina y mosquiteros.
En la primera fase de la respuesta, que se desarrollará a lo largo de cuatro meses, Plan International dará prioridad a la protección de la infancia, enfocándose durante las primeras 72 horas en la reunificación de los niños y niñas con sus familias, la gestión de los casos de violencia y la prestación de apoyo psicosocial a las familias afectadas serán la prioridad.