Los ataques perpetrados durante la noche en Puerto Sudán han causado daños generalizados, según las últimas informaciones, entre ellos en el aeropuerto de Puerto Sudán, almacenes de combustible y un hotel en el que se alojaban diplomáticos y trabajadores de cooperación internacional.
Estos ataques representan una nueva escalada de violencia en Sudán, que se encuentra en su tercer año de conflicto. El pueblo sudanés, especialmente sus mujeres y niñas, está sufriendo una de las peores crisis humanitarias del mundo, con millones de personas obligadas a abandonar sus hogares y sin alimentos ni atención sanitaria suficientes.
Desde Puerto Sudán, Mohamed Kamal, director de Plan International en Sudán, ha declarado:
«Puerto Sudán está en llamas. Estamos siendo testigos de una de las escaladas de violencia más dramáticas desde que comenzó el devastador conflicto de Sudán hace más de dos años.
La destrucción es inmensa, y los ataques no muestran signos de detenerse. Nuestra oficina está a diez minutos a pie de uno de los depósitos de combustible que esta mañana ha sido alcanzado por un dron.
Mire donde mire, hay llamas ardiendo y edificios derrumbados. Ahora mismo, no hay ningún lugar seguro en Puerto Sudán.
Nos preocupa especialmente cómo estos ataques afectarán a nuestra capacidad de prestar ayuda humanitaria vital a los niños, las niñas y sus familias en todo Sudán, así como a la seguridad de nuestro propio personal, que tiene su sede en la ciudad.
El mundo no puede seguir ignorando lo que está ocurriendo aquí. Por el bien de millones de niños y niñas sudaneses, reiteramos nuestro llamamiento a una resolución pacífica y sostenible de este conflicto y a un aumento drástico de la ayuda humanitaria que llegue a todas las partes del país».