El 38% de las niñas y adolescentes en España se autocensura, reduce el uso o abandona las redes sociales por acoso online

Casi un 60% de las niñas y jóvenes de todo el mundo han sido víctimas de diferentes formas de acoso en redes sociales, una discriminación por razón de género y edad que sufren en mayor medida las que tienen discapacidad, son racializadas o LGTBIQ+.

El acoso online es una de las formas más frecuentes de violencia a la que se enfrentan las niñas y adolescentes en todo el mundo por su género y su edad, y una de las principales barreras para su liderazgo en un mundo en transformación digital. No obstante, las chicas asumen y aceptan que el acoso y los abusos forman parte de sus experiencias en las redes sociales y acaban normalizándolo.

En España, más de una de cada tres adolescentes y jóvenes (38%) cambia su forma de expresarse, deja de manifestar sus opiniones, reduce el uso o abandona las redes sociales como consecuencia del acoso online, según el informe “(In)seguras online”, que recoge las experiencias de acoso online de más de 14.000 niñas, adolescentes y jóvenes de 22 países.

Con motivo del Día Internacional de la Mujer, Plan International recuerda que el acoso online vulnera los derechos de las niñas y adolescentes, limita su participación política, económica y social, y tiene consecuencias para su salud mental y física, por lo que reclama medidas urgentes para abordarlo, tanto desde los Gobiernos como desde las empresas.

“No podemos seguir tolerando la violencia que sufren niñas y adolescentes en Internet, porque está frenando su participación y liderazgo. Necesitan saber que cuando sean acosadas, abusadas o amenazadas, podrán reportarlo, que serán escuchadas y que se tomarán acciones. Por eso, es necesario acelerar la aprobación de un mecanismo europeo de cooperación con las plataformas de redes sociales, para que mejoren sus mecanismos de denuncia y den respuesta al acoso y la violencia por razón de género en el ámbito digital”, subraya Concha López, directora general de Plan International.

La organización recuerda que casi un 60% de las niñas y adolescentes de todo el mundo han sido víctimas de diferentes formas de acoso online por el hecho de ser mujeres y jóvenes, y alerta de que los ataques son más graves si tienen discapacidad, son racializadas o LGTBIQ+: el 37% de las que pertenecen a minorías étnicas afirman que las acosan por ese motivo, mientras que el 42% de las niñas LGTBIQ+ afirman ser acosadas por ello.

Además, la pandemia ha incrementado notablemente la actividad online de los niños, niñas y jóvenes. Internet no solo ha sido una herramienta para el ocio y entretenimiento sino también una forma de mantener las relaciones interpersonales y la educación. Desde hace casi un año, la presencia y el acceso a Internet son fundamentales, pero aún no existen mecanismos sólidos y eficaces para proteger la seguridad de las niñas y las mujeres en los espacios digitales.

Propuestas y recomendaciones

Plan International solicita que los gobiernos de todo el mundo apliquen leyes específicas que hagan frente a la violencia online por razón de género y garanticen que las niñas y jóvenes víctimas puedan acceder a la justicia. Según el informe, la mayoría de las encuestadas (el 44%) considera que son las empresas de redes sociales quienes más deben aumentar sus esfuerzos y medidas para protegerlas, seguidas por los gobiernos (18%), otras personas usuarias (18%) y la policía (13%).

Desde el pasado octubre, Plan International ya está trabajando con Instagram y Facebook a través de las Sesiones de Escucha Girls Get Equal, un grupo de trabajo en el que 15 chicas activistas de varios países, incluido España, están compartiendo sus experiencias y propuestas de mejora de los mecanismos de reporte con los responsables de políticas y diseño de producto de las plataformas. Además, Twitter España también colaborará con Plan International para desarrollar una serie de talleres sobre seguridad, protección y alfabetización digital para niñas y jóvenes.

“En las sesiones, hemos desarrollado algunas ideas para mejorar la seguridad para las chicas, como, por ejemplo, establecer métodos de reporte más concretos y mecanismos específicos de denuncia para la violencia o los abusos sexuales que pasen por un filtro de personas especializadas en estos temas: psicólogas, sociólogas, etc. La idea es que ese filtro pase a la policía y se haga una denuncia real, que no se quede en un reporte a la red social, sino que tenga una repercusión legal”, explica Laura, una joven española de 17 años participante en las sesiones de escucha.

En este sentido, la organización solicita la aprobación y puesta en marcha de un código de conducta europeo contra las violencias de género online, siguiendo los objetivos de la estrategia de género de la UE 2020-2025, para que las empresas de redes sociales creen mecanismos de denuncia sólidos, efectivos y accesibles, que respondan a las necesidades de las niñas, jóvenes y mujeres; responsabilicen a los autores, y promuevan una política de tolerancia cero con la violencia y el acoso online.

En línea con el actual Código de Conducta de la Comisión Europea para luchar contra la incitación ilegal al odio en Internet, Plan International reclama que las plataformas de IT se responsabilicen, colaboren y aumenten los esfuerzos contra el acoso online hacia niñas, adolescentes y mujeres, además de garantizar la recolección de datos y producción de estadísticas accesibles, transparentes y claras para garantizar la rendición de cuentas.

Plan International es una organización que trabaja por un mundo justo que promueva los derechos de la infancia y la igualdad de las niñas. Nació en España en 1937. A lo largo de sus 80 años de historia, ha construido sólidas alianzas para apoyar los derechos de los niños y niñas desde su nacimiento hasta que alcanzan la edad adulta.

En la actualidad, está presente en 75 países y lleva a cabo programas que benefician directamente a 17,1 millones de niñas y 15,5 millones de niños. Es miembro consultivo del Consejo Económico y Social de las Naciones Unidas desde 1981. Sus cuentas son auditadas por PwC y el cumplimiento de los principios de transparencia y buena gestión está acreditado por la Fundación Lealtad.