Muchas familias que huyen del conflicto en Sudán están siendo separadas, poniendo en peligro la seguridad de miles de niñas y niños

Plan International, con una importante presencia en la zona, se prepara para dar respuesta a los miles de refugiados que están llegando a los países fronterizos.

A medida que el conflicto en Sudán escala, un gran número de personas – refugiadas, retornadas y nacionales de terceros países – siguen cruzando las fronteras a países vecinos como Sudán del Sur, Egipto o Chad. Muchas familias pagan precios muy altos a contratistas privados para que los saquen del país en autobuses y camiones, según ha podido saber Plan International.

La organización, con una alta presencia de programas en la zona, está muy preocupada por la seguridad de niños, niñas y jóvenes. El alto precio que pagan por huir – entre unos 600 y 1.000 dólares – aumenta el riesgo de explotación y abuso de la infancia y de las mujeres, más vulnerables en estos contextos de crisis. Además, el pago de estos servicios no garantiza su seguridad, hay familias que cuentan haber sido separadas durante los trayectos.

Actuación de Plan International

Las necesidades humanitarias se multiplican por momentos: se necesita cobijo, protección, mantas, alimentos, agua y asistencia médica, así como apoyo emocional para todas las personas que están huyendo de Sudán. Los principales movimientos transfronterizos han sido sudaneses que llegan a Chad, Egipto y República Centroafricana, y sudaneses del sur que regresan a su país de origen.

En Sudán del Sur, Plan International trabaja con 30.000 refugiados llegados de Sudán, el 54% de ellas mujeres. Con la actual crisis humanitaria significa que unos 9,4 millones de personas necesitan asistencia alimentaria. En la frontera con Egipto, personas de diferentes edades y familias esperan también para cruzar al país.

Plan International está preparando su respuesta en Chad: “Más de 20.000 refugiados sudaneses han cruzado la frontera con Chad. Actualmente, tenemos 14 campos de refugiados a lo largo de la frontera, la mayoría acogiendo a refugiados anteriores. Nuestras preocupaciones inmediatas son el agua, el saneamiento y la protección de las mujeres y las niñas”, añade Concha López, directora de Plan International España.

Plan International se ha se ha unido a los llamamientos que piden un cese inmediato y permanente de las hostilidades. Insta también a todas las partes en conflicto a que respeten el Derecho Internacional Humanitario, incluida la protección de los civiles y la seguridad de los trabajadores de ayuda humanitaria. Las organizaciones humanitarias deben poder acceder a las poblaciones necesitadas y los ataques contra ellas son totalmente inaceptables.

“En algunas de las zonas donde llevamos a cabo nuestros programas, incluidos los estados de Kordofán del Norte y Darfur, tenemos familias desplazadas que se alojan en escuelas. Plan International ha estado apoyando a estas familias con alimentos y otros suministros esenciales”, afirma Widaa Mohamed, directora de área de programas de Plan International en Kordofán, Sudán.

Plan International también reclama que los suministros humanitarios médicos y de otro tipo atascados en el puerto de Sudán sean liberados rápidamente sin impedimentos burocráticos, y que se faciliten otros puntos de acceso al país.

La protección y la seguridad de los niños que se desplazan debe ser una prioridad absoluta. Plan International está especialmente enfocada a la protección y la seguridad de la infancia no acompañada, especialmente las niñas y las mujeres jóvenes, más vulnerables a los abusos y al tráfico de personas.

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