El mundo vive una emergencia educativa sin precedentes. Conflictos armados, crisis climáticas, desastres naturales y desplazamientos forzosos impiden que millones de niños, niñas y adolescentes puedan ejercer su derecho a la educación. En 2024, 234 millones de niñas, niños y adolescentes vivieron situaciones de emergencia en 85 países, siendo las niñas las más afectadas por los cierres de escuelas y la inseguridad.
Ante esta situación, la Campaña Mundial por la Educación (CME), coalición liderada en España por Ayuda en Acción, Educo, Entreculturas, Madre Coraje y Plan International, pone el foco en la urgencia de garantizar la Educación en Emergencias como herramienta clave para proteger, cuidar y dar oportunidades de futuro a la infancia y la adolescencia en crisis. La CME exige un incremento significativo y sostenido de la financiación pública y de la cooperación internacional para asegurar una educación transformadora también en contextos de emergencia.
“La educación es un derecho fundamental, no un privilegio que se pueda perder en tiempos de crisis. Las emergencias no pueden ser excusa para desatender a quienes más lo necesitan. Las escuelas deben ser espacios seguros, resilientes y protectores que brinden estabilidad, bienestar y esperanza”, señala Mariluz Aparicio, coordinadora de la CME en España.
SAME 2025: ¡La educación salva vidas!
Este año, bajo el lema ¡La educación salva vidas!, la Semana de Acción Mundial por la Educación (SAME) pone en el centro la Educación en Emergencias como un derecho indispensable y una respuesta urgente en situaciones de conflicto, crisis climáticas o desastres naturales. Desde el 28 de abril al 5 de mayo, centros educativos de toda España se movilizarán con actividades, materiales didácticos y acciones de calle que visibilizarán cómo la educación protege, cuida y transforma vidas en contextos de emergencia en los que las vulnerabilidades de los niños, niñas y jóvenes se multiplican.
En esta edición, se destacará también el impacto de las emergencias en nuestro propio entorno: la DANA que afectó al sureste de España a finales de 2024 interrumpió la educación de más de 40.000 estudiantes por el cierre de escuelas y provocó el realojo temporal de 24.000 alumnos y alumnas a otros centros educativos. Casi medio año después persisten los retos para el sistema educativo, por la sobrecarga docente, los desajustes curriculares y el impacto emocional sobre el alumnado, así como la pérdida o suspensión de actividades extraescolares.
La educación, esencial en las crisis
Cuando estalla una crisis, la educación suele ser el primer derecho en perderse y el último en recuperarse. Sin embargo, garantiza bienestar emocional, seguridad, resiliencia y esperanza. Las escuelas son espacios seguros que protegen de la violencia, promueven la salud mental y permiten reconstruir rutinas. Además, fortalecen la cohesión social y previenen la violencia, aportando valores como la inclusión, la tolerancia o los derechos humanos.
La educación en emergencias es también clave para la igualdad de género. Las niñas son las más afectadas por el cierre de escuelas, ya que enfrentan un mayor riesgo de matrimonio infantil, violencia, explotación y embarazos forzados. Según Girls Not Brides, es más probable que las niñas forzadas a casarse antes de los 18 abandonen la escuela o tengan embarazos prematuramente.
El mayor reto de la educación en emergencias: la infradotación
Aunque los impactos positivos de la educación en emergencias están ampliamente documentados, la financiación sigue siendo insuficiente. En 2024, solo se cubrió el 29 % de las necesidades globales, con apenas 879 millones de dólares frente a los 3.000 millones solicitados por las Naciones Unidas. Esta brecha, que se agrava desde 2018, deja a millones de niñas y niños sin acceso a una educación que tiene el potencial de cambiar sus vidas.
La CME insta al Gobierno de España y a las administraciones públicas a todos los niveles a fortalecer políticas de paz que garanticen derechos fundamentales como la educación, la salud, el trabajo digno, la igualdad y la paz. Estas son las bases de la seguridad humana y la verdadera prevención de conflictos.
Además, les pide aumentar su compromiso financiero con la Educación en Emergencias, destinando al menos el 10 % de los fondos de ayuda humanitaria a este fin, e invertir en infraestructuras resilientes, salud mental, formación docente y recursos educativos para hacer frente a contextos de crisis, así como garantizar la disponibilidad de espacios seguros e inclusivos para todas las niñas, niños y adolescentes, sin importar su origen.
Sobre la CME
La CME es una coalición internacional formada por ONG, sindicatos del entorno educativo, centros escolares y movimientos sociales de muy diverso signo que se movilizan para reclamar el cumplimiento íntegro de los compromisos internacionales firmados por los Estados para garantizar el acceso a una educación de calidad para todas las personas del mundo.
En España, la coalición es liderada por las ONG Ayuda en Acción, Educo, Entreculturas, Madre Coraje y Plan International. La CME nace en el año 1999 con el objetivo de sensibilizar y movilizar a la ciudadanía como portavoces y activistas del Derecho a la Educación e incidir en los representantes políticos para que cumplan sus compromisos con el derecho a la educación.