La continuidad y calidad educativa para los y las adolescentes de los municipios de l’Horta Sud afectados por la DANA se han visto enormemente perjudicadas: más de la mitad de los centros educativos estuvo cerrado al menos un mes. Medio año después, un 37 % de los jóvenes reporta dificultades para concentrase en sus estudios en el último medio año, según alertó la ONG Plan International, en la presentación hoy en Valencia del primer informe que analiza específicamente cómo la DANA ha impactado a los y las adolescentes afectados, un enfoque inédito que visibiliza su doble papel como población especialmente vulnerable ante la emergencia y como actor clave en la recuperación y reconstrucción.
Según “Adolescentes en crisis: Impactos de la DANA”, presentado junto a jóvenes, profesorado, asociaciones de padres y madres y representantes municipales, más del 70 % de los y las encuestados desconoce las actividades y recursos municipales existentes para ellos y ellas, mientras que 4 de cada 10 adolescentes víctimas han notado bastante o muy afectada su salud mental.
“Cuando pasó un mes, y ni eso, de repente dijeron que abría el instituto y claro, estaba muy enfadada porque pensaba, cómo voy a ir al instituto si no puedo ni apenas salir a la calle con todo lleno de barro. Estando todo tan mal, ir a clase se hacía raro”, contó una chica de 13 años de Massanassa durante uno de los grupos de discusión celebrados para la investigación.
Este estudio pionero revela que en muchos casos las chicas adolescentes sufren un impacto diferenciado. Entre las jóvenes de 17 a 21 años encuestadas se encuentran aquellas con más dificultades para concentrarse, las que han visto afectadas sus rutinas en mayor medida, y cuya vida social se está viendo más reducida (un 33 % queda menos con sus amistades, frente a un 27 % de los chicos).
Según el informe, basado en encuestas, entrevistas y grupos focales a más de 270 personas jóvenes de entre 12 y 21 años de Albal, Alfafar, Benetússer, Catarroja, Massanassa, Paiporta, Picanya y La Torre (Valencia), casi la mitad de los participantes ha necesitado apoyo psicológico en algún momento de los últimos seis meses, y han recurrido sobre todo a familia y amistades; de hecho, el 20 % se sigue sintiendo muy vulnerable como consecuencia de la experiencia vivida.
Además del impacto en su educación, un 42 % ha visto su hogar afectado de una manera u otra y un 48 % indica que los empleos de sus familias se han visto afectados por la riada.
“La DANA no solo destruyó hogares, negocios y calles. También detuvo los proyectos de vida, el acceso a derechos y la estabilidad de una generación entera, que ya se había enfrentado a otras crisis como la pandemia del COVID-19 que han suspendido sus vidas y su desarrollo. Es imprescindible tenerles en cuenta, escucharlos para que las acciones clave para la reconstrucción vayan en línea con lo que necesitan, pero también formarles y que sean más resilientes de cara a un futuro en el que la crisis climática se asienta como una realidad cada vez más tangible, también en España”, afirmó la directora general de Plan International en España, Concha López.
En las tareas de voluntariado y respuesta a la emergencia, la juventud ha jugado un papel clave: el 68 % ha participado o sigue participando en ellas. A pesar de su liderazgo en este sentido, la mayoría (58 %) desconoce las decisiones políticas municipales que se están tomando entorno a la DANA y la reconstrucción.
“Este informe pone sobre la mesa una realidad que no siempre se ve: las emergencias climáticas también generan emergencias sociales, educativas y emocionales. Y las chicas adolescentes suelen ser las más invisibilizadas. Es imprescindible escuchar sus voces y garantizar su liderazgo para que la reconstrucción no deje a nadie atrás y sea realmente efectiva”, añadió la directora en funciones de Programas Nacionales de Plan International, Nuria González, quien también moderó una de las mesas de debate durante la presentación del estudio.
Reconstrucción con participación juvenil y apoyo emocional
El 47 % de los y las jóvenes encuestados considera que no se les está teniendo en cuenta en las decisiones de su municipio para la gestión de la recuperación.
Entre las recomendaciones clave del informe destacan:
- Garantizar el acceso a apoyo emocional y psicosocial para adolescentes en espacios seguros, dentro y fuera del ámbito escolar.
- Incluir a adolescentes, especialmente a las jóvenes, en la toma de decisiones sobre la recuperación y reconstrucción de sus comunidades.
- Formar a personal técnico, educativo y sanitario en atención con enfoque de género y adolescencia.
- Diseñar políticas de emergencia y reconstrucción que incorporen criterios de equidad interseccional: género, edad, origen, diversidad funcional o situación administrativa.
#PlanPorValencia: un programa local con mirada global ante la crisis climática
Este informe marca el arranque del programa #PlanPorValencia, una iniciativa a largo plazo de Plan International para acompañar a la juventud valenciana en su recuperación psicosocial y formativa tras la DANA, así como en el ejercicio pleno de sus derechos. A través de alianzas con centros educativos, asociaciones y administraciones, el programa impulsa espacios seguros para el ocio y el estudio, apoyo psicosocial, formación en liderazgo transformador y actividades de tiempo libre, con especial atención a las chicas adolescentes en situación de vulnerabilidad.
Este trabajo se enmarca en la labor global de Plan International frente a los efectos de la crisis climática, que ya amenaza los derechos de casi mil millones de niños, niñas y adolescentes en todo el mundo, según Naciones Unidas. La organización con amplia experiencia en cooperación y acción humanitaria promueve un enfoque innovador centrado en la infancia y sensible al género, apoyando a la juventud para que desarrolle habilidades frente a emergencias climáticas, fortalezca la resiliencia de sus comunidades y participe activamente en la toma de decisiones. Para ello, además, Plan International trabaja para adaptar las escuelas y que sean entornos más seguros ante fenómenos climáticos extremos e impulsa acciones de incidencia a todos los niveles para que la voz de la infancia y la adolescencia esté presente en la agenda contra la crisis climática.