La combinación de los efectos devastadores del cambio climático, los conflictos y las crisis macroeconómicas derivadas de la pandemia, han desembocado en una crisis alimentaria global que afecta ya a 345 millones de personas de 82 países y ha llevado al borde de la inanición a 50 millones.
En el Día Internacional del Hambre, Plan International quiere señalar que son las niñas y adolescentes las más afectadas por la actual crisis alimentaria, estando en grave riesgo de sufrir formas de violencia como matrimonios infantiles, explotación o violencia sexual, según recoge el informe de la organización “Más allá del hambre: impactos de género en la crisis alimentaria”.
“El hambre no es solo una cuestión de falta de alimentos, tiene otras muchas caras que afectan, sobre todo, a niñas y mujeres. En Plan International trabajamos en estrecha colaboración junto a comunidades, gobiernos y organizaciones locales para implementar programas integrales que fortalezcan la seguridad alimentaria y nutricional”, asegura Concha López, directora general de Plan International.
Según el informe son las niñas y las mujeres las que suelen comer menos, después de los niños y los hombres del mismo hogar, y en muchas ocasiones alimentos menos nutritivos, lo que tiene profundas consecuencias para su salud y desarrollo. Las niñas y adolescentes también sufren violencia sexual y física cuando van a buscar agua potable, para lo que a menudo recorren entre 15 y 25 km, incluso de noche para evitar las aglomeraciones en los puntos de suministro.
En Kenia y Somalia, las niñas y mujeres participantes en los grupos focales explicaron que se mueven en grupo para recolectar agua y leña con el objetivo de mitigar el riesgo y, en Somalia, algunos hogares declararon preferir cocinar con carbón en lugar de leña para reducir el riesgo de violencia sexual en los trayectos de búsqueda.
“En el camino del colegio a casa me suelo sentir enferma, débil y al borde del colapso porque tengo mucha hambre. Cuando llego a casa, a veces encuentro comida y a veces no”, asegura Lettycia, una niña haitiana de 10 años, a Plan International.
La actuación de Plan International ante la crisis de hambre
Plan International lleva a cabo programas en todo el mundo para paliar los efectos de esta crisis alimentaria. Concretamente en Somalia y Etiopía, dos de los países más afectados, la organización trabaja en un proyecto enfocado en la población desplazada a causa de la sequía, especialmente en la prevención y respuesta ante los riesgos de protección infantil y violencia de género. En la actualidad, la organización también proporciona ayuda vital en Kenia, Sudán del Sur, Malí, Níger, Burkina Faso y Haití, que incluye ayuda en efectivo para la compra de productos básicos, alimentos de emergencia, suministro de agua y comidas escolares.
La organización humanitaria y de defensa de los derechos de la infancia también pide que se destinen fondos a programas de protección infantil, violencia de género, nutrición, salud mental y apoyo psicosocial, salud y derechos sexuales y reproductivos, y educación. Esto incluye la financiación de programas críticos de comedores escolares y el apoyo a respuestas dirigidas a nivel local siempre que sea posible.