En la madrugada del 28 de agosto de 2025, Kiev fue sacudida por uno de los ataques aéreos más devastadores de los últimos meses. Según informes oficiales, al menos 18 personas perdieron la vida, entre ellas cuatro niñas y niños de entre 2 y 17 años, mientras que otras 48 resultaron heridas. Muchas personas siguen desaparecidas mientras los equipos de búsqueda y rescate continúan trabajando para rescatar supervivientes de entre los escombros.
“Cuatro niñas y niños fueron asesinados en una sola noche. Sus vidas se apagaron en un instante de terror y su futuro acabó antes de poder comenzar a vivir. Para quienes sobreviven, la pesadilla continúa: noches interminables en refugios antiaéreos, el trauma de las explosiones, la pérdida de hogares y escuelas, la ausencia de la estabilidad y la seguridad que todo niño y niña necesita para crecer y desarrollarse”, declaró Sven Coppens, Director de Respuesta Humanitaria en Plan International en Ucrania.
Coppens añadió: “Lo ocurrido la pasada noche en Kiev es un trágico recordatorio de que las niñas y los niños están pagando el precio más alto de esta guerra. Están perdiendo sus vidas, sus hogares, su sensación de seguridad y de normalidad. El trauma que cargan no terminará cuando cesen los bombardeos: marcará todo su futuro. Las cicatrices que quedarán en esta generación serán invisibles, pero profundas, grabadas en su memoria, en su educación, en su propia sensación de seguridad”.
Cerca de 100 edificios en siete distritos resultaron dañados, incluidos bloques de viviendas, un centro comercial, escuelas e instituciones culturales. También fueron alcanzadas las oficinas de la Delegación de la Unión Europea y del British Council.
En el distrito de Darnytskyi, un edificio residencial de cinco plantas fue destruido, dejando familias atrapadas bajo los escombros.
Las defensas aéreas de Ucrania consiguieron interceptar la mayoría de los ataques, un número sin precedentes de 563 de casi 600 drones y 26 de 31 misiles. Sin embargo, la magnitud del asalto superó la capacidad de los sistemas de protección, convirtiéndolo en uno de los ataques combinados de drones y misiles más grandes desde la escalada del conflicto en 2022.
Plan International continúa trabajando en toda Ucrania y en los países vecinos para proporcionar asistencia humanitaria vital, incluyendo apoyo psicosocial, educación y servicios de protección de la infancia.
“La magnitud de la destrucción es sobrecogedora. Como humanitarios, debemos seguir haciendo todo lo posible para apoyar a la infancia y garantizar que sus derechos no sean olvidados”, señaló Coppens.
El ataque en Kiev del 28 de agosto de 2025 es un recordatorio contundente del devastador coste de esta guerra sobre la población civil y, por encima de todo, sobre las niñas y los niños.