Niños y niñas no acompañados y familias sin nada: continúa el caos después del terremoto y la erupción de un volcán en RD Congo

Niños y niñas de entre 2 y 11 años han recorrido solos hasta 30 kilómetros para llegar a los campamentos que los acogen. La emergencia ha dejado un número significativamente alto de menores no acompañados.

Una semana después de la erupción del volcán Nyiragongo y el terremoto de magnitud 5.3 que, dos días después, sacudió Goma, ciudad de República Democrática de Congo, fronteriza con Ruanda, miles de niños, niñas y adolescentes congoleños que huyeron al país vecino siguen aturdidos, especialmente los que se vieron separados de sus familias y/o adultos que los acompañaban.

Entre los cerca de 7.000 congoleños que cruzaron a Ruanda buscando refugio, Plan International ha contabilizado 114 menores de entre 2 y 17 años no acompañados, más de la mitad niñas y un 30 por ciento de apenas entre 2 y 11 años. Una cifra de menores no acompañados especialmente alta para este tipo de emergencias.

“La mayoría de los niños y niñas han llegado solos porque en el momento de la erupción del volcán no estaban con sus padres en casa, pero también ha habido casos en los que los padres corrieron en dirección diferente a la de sus hijos e hijas, ya que la erupción ocurrió por la noche y la falta de luz y el caos los separó. Algunos de los más pequeños han caminado más de 30km para llegar a Ruanda. En situaciones como esta hay que tener poner especial atención y cuidado porque, sobre todo las niñas y adolescentes, son muy vulnerables a la explotación y los abusos”, explica Elspeth Chapman, directora de programas internacionales de Plan Internacional.

Los menores están siendo atendidos en el campamento de Busasamana, en Ruanda, donde Plan International está cubriendo sus necesidades alimentarias y les ha provisto con colchones, sábanas, sandalias, jabón y material higiénico en general, así como de material entretenimiento como pelotas y cuerdas.

Desde que estalló la emergencia, la organización de protección de los derechos de la infancia, está trabajando para reunificar a los niños y niñas no acompañadas con sus familias, así como para establecer soluciones duraderas ante la avalancha de refugiados que ha llegado a Rubavu y que se prevé podría aumentar en los próximos días.

Esta nueva oleada de personas pone en una situación límite a Ruanda, que lleva acogiendo refugiados de la República Democrática del Congo desde 1996 y que alberga a alrededor de 76.000 congoleños en cinco campamentos diferentes: Gihembe, Kigeme, Kiziba, Mugombwa y Nyabiheke.

Después de la activación del volcán y el terremoto, unas 6.000 personas están siendo reubicadas en dos centros de recepción en el distrito de Rubavu, que también está sufriendo los estragos del terremoto. Por el momento, todos los bancos e instituciones financieras de la localidad, así como el mercado están cerrados. Además, el suministro de agua no está disponible en algunas zonas de la ciudad, lo que aumenta la vulnerabilidad de las personas desplazadas, y especialmente de la infancia, que están llegando a Ruanda en estos días.

Trabajo de Plan International en Ruanda

La organización lleva 14 años trabajando en dos de los cinco campamentos de Ruanda que acogen a refugiados y desplazados congoleños, centrando su trabajo en garantizar la protección, seguridad y acceso a la educación de niños, niñas y adolescentes.

Para ello, ha instalado espacios seguros para la infancia, donde los niños y las niñas pueden interactuar, jugar y socializar con otros niños y niñas, así como recibir apoyo psicosocial y educativo para que no abandonen sus estudios. En estos espacios, además, los niños y niñas trabajan en su autoestima, en construir relaciones positivas y en la toma de decisiones sobre cuestiones que les afectan.

Dados los altos índices de violencia sexual sobre niñas y adolescentes en el campamento de Mahama, también en Ruanda, que alberga a más de 55.000 personas, en su mayoría burundeses y congoleños, Plan International, junto con ONG locales, ofrece a las menores apoyo psicosocial, jurídico y médico, así como habitaciones seguras. Además, ofrece formaciones a las chicas para que puedan desarrollar actividades que les ayuden a generar sus propios ingresos y ser independientes económicamente.