Las agencias humanitarias piden el cese de las hostilidades en el sur del Líbano y alertan del aumento de las necesidades humanitarias tras seis meses desde el inicio del conflicto.
El Foro Humanitario de ONG del Líbano, formado por 66 organizaciones no gubernamentales internacionales, expresa su profunda preocupación por la escalada de las hostilidades en el Líbano, especialmente en el sur.
El impacto actual de las hostilidades
Hasta la fecha, 91.288 civiles han sido desplazados -de los cuales el 37% son niños y niñas, y el 33% mujeres- y 42 han perdido la vida, entre ellos 7 niños y niñas. Ya han cerrado cincuenta colegios, privando a 60.000 niños y niñas del acceso a la educación en la región. Además, 9 centros de atención primaria han cerrado debido a la situación de inseguridad.
El impacto financiero de las hostilidades en el sur del Líbano ha ascendido a 1.200 millones de dólares en pérdidas directas, incluidas las tierras agrícolas afectadas, con otros 300 millones de dólares en pérdidas indirectas, incluidas las empresas afectadas. Investigadores independientes también han señalado que 520 viviendas han resultado dañadas, mientras que otras 3.300 han sufrido daños parciales. Resulta preocupante el uso ilegal de municiones de fósforo blanco, que supone una amenaza para la vida de la población civil y para las tierras agrícolas, especialmente en una región en la que los medios de subsistencia dependen en gran medida de la agricultura, con 47.000 olivos y otros cultivos ya destruidos.
Estas cifras son extremadamente preocupantes en un país que se tambalea por su peor crisis económica en décadas, donde la continua escalada de violencia seguirá teniendo un impacto dramático en la población civil del país, de la que muchas personas ya dependen de la ayuda humanitaria para cubrir sus necesidades básicas.
El efecto sobre la población desplazada
Wafaa, de 48 años, madre soltera de tres hijos y viuda reciente, procede de una zona del sur del Líbano gravemente bombardeada durante el conflicto. Nos cuenta las enormes dificultades a las que se enfrenta tras la destrucción de su hogar y la pérdida de su marido: “Recibí una llamada diciendo que nuestra casa está totalmente destrozada. Imagínate. ¿Qué hago? ¿Adónde iré? Lo hemos perdido todo… Cuando huimos de casa, no llevábamos ropa. Hoy, mis hijos y yo sólo tenemos la ropa que llevamos puesta, y cuando necesitamos lavarla, nos encerramos en una habitación hasta que se seca”.
Roula, una joven de 21 años también desplazada por las hostilidades, declaró: “Estoy triste. Me quedo en mi habitación la mayor parte del tiempo. Quiero recuperar mi vida. Quiero volver a trabajar. Necesito el dinero, pero también sentir que tengo un propósito”.
Un llamamiento para el acceso sin trabas de los agentes humanitarios
Aunque la población del sur del Líbano necesita ayuda más que nunca, la escalada de violencia ha frenado la entrega de ayuda humanitaria y ha restringido el trabajo de las organizaciones humanitarias que intentan apoyar a todas las comunidades afectadas, especialmente a las de las ciudades fronterizas de difícil acceso.
A pesar de estos retos, las organizaciones humanitarias siguen comprometidas con la prestación de asistencia. Instamos a todas las partes interesadas a que garanticen el acceso sin trabas de los actores humanitarios, permitiéndonos continuar nuestro trabajo con seguridad para proporcionar ayuda a las personas que lo necesitan. Recordamos a todas las partes en conflicto que la población civil, el personal humanitario y las infraestructuras civiles no son un objetivo.
Hacemos un enérgico llamamiento a la comunidad internacional y a las autoridades competentes para que den prioridad al cese de las hostilidades en el Líbano, poniendo fin al sufrimiento y a las penurias de la población civil que sólo se esfuerzan por llevar una vida segura y digna. Hacemos un llamamiento a las partes interesadas para que respeten el derecho internacional y trabajen por un alto el fuego permanente en la región.