Plan International, organización que trabaja para garantizar los derechos de la infancia y la igualdad de las niñas, expresa su profunda preocupación ante el uso continuado de la violación y la violencia sexual contra las niñas y mujeres en Sudán, en el contexto de un conflicto que, tras 19 meses, no muestra señales de terminar.
Los recientes informes sobre asesinatos masivos, violaciones y violencia sexual en el estado de Al Jazirah, en octubre, han revelado la alarmante magnitud de los casos de violencia sexual y cómo las niñas y mujeres jóvenes sudanesas están en el centro de esta terrible situación.
Se estima que más de 100 civiles han sido asesinados, con muchos más heridos tras los ataques a más de 30 aldeas. Se han reportado múltiples casos de violaciones, aunque es probable que las cifras reales sean mucho mayores, ya que muchos ataques no se denuncian.
“Los testimonios de testigos y supervivientes de los recientes ataques en el estado de Al Jazirah revelan un nivel de crueldad y brutalidad impactante y desgarrador contra la población civil”, señala Mohammed Qazilbash, director de Plan International en Sudán.
“Es desgarrador escuchar relatos de mujeres y niñas que recurren al suicidio para evitar ser víctimas de violencia sexual. Esto es una llamada de atención para priorizar la protección de la población civil ante las violaciones de los derechos humanos y el derecho internacional humanitario”, añade.
Además del elevado número de víctimas, el aumento de la violencia en el estado de Al Jazirah ha provocado el desplazamiento de decenas de miles de personas hacia los estados de Gedaref, Kassala y River Nile. La Organización Internacional para las Migraciones (OIM) reporta que 135.400 personas han sido desplazadas tras estos recientes ataques.
Este desplazamiento masivo ha desbordado los ya limitados servicios locales en los lugares de recepción, como atención sanitaria, educación, agua y saneamiento, ejerciendo una presión inmensa sobre las capacidades y recursos de las autoridades locales y los socios humanitarios para responder.
Plan International sigue exigiendo a todas las partes del conflicto que cumplan con su obligación de proteger a la población civil, especialmente a los niños y las niñas en Sudán, y que pongan fin de inmediato a las seis graves violaciones dirigidas específicamente contra la infancia en conflictos, incluida la violencia sexual.
Nuestra organización está presente en Sudán, proporcionando educación en emergencias, protección infantil, gestión de casos de violencia sexual y por razón de género, y alimentos para las familias afectadas por el conflicto.
Estas conductas generalizadas de violencia sexual, incluidas las violaciones documentadas en estos ataques, están prohibidos por el Derecho Internacional Humanitario y tendrán efectos devastadores para las supervivientes, quienes enfrentan una grave escasez de servicios de atención de emergencia, como atención post-violación y apoyo psicosocial. Es crucial que las organizaciones humanitarias tengan acceso sin restricciones a las supervivientes y a toda la población civil que la necesite.
Plan International insta a la comunidad internacional a tomar medidas inmediatas para que los responsables de estas graves violaciones rindan cuentas, intensificando los esfuerzos para garantizar el cumplimiento de las obligaciones del derecho humanitario internacional y los compromisos de la Declaración de Yeda.
Plan International lleva más de 45 años trabajando en Sudán y actualmente responde en Darfur del Norte, Nilo Blanco, Kassala, Al Gadaref y Kordofán. También apoyamos a las personas desplazadas por la crisis en la región en países como Chad, RCA, Etiopía, Egipto y Sudán del Sur, donde los programas humanitarios ya enfrentaban graves déficits de financiación antes de esta emergencia.