Plan International reclama más ambición para garantizar la justicia climática y de género

Los compromisos asumidos en la COP28 son un paso adelante, pero se necesita una mayor ambición para garantizar la justicia climática y de género para la infancia y la juventud de todo el mundo.  

Tras finalizar la COP28, Kathleen Sherwin, directora de Estrategia y Compromiso de Plan International reflexiona sobre los compromisos asumidos: “Es mucho lo que está en juego para las generaciones actuales y futuras, en particular, para las niñas y las mujeres jóvenes, que son las más afectadas por la crisis climática”. 

 “Una transición hacia el abandono de los combustibles fósiles es un comienzo, pero no es suficiente. Ahora mismo, están en peligro las vidas de niñas de todo el mundo debido a los efectos del cambio climático. Necesitamos mucha más ambición y urgencia para ofrecer soluciones reales para los niños, niñas y jóvenes del mundo, y necesitamos que se reconozca el impacto desproporcionado sobre las niñas y las mujeres jóvenes. Sin un compromiso firme para eliminar progresivamente los combustibles fósiles estamos fallando a los y las más vulnerables del mundo, que ya están soportando el peso de la crisis climática. Además, necesitamos decisiones sobre plazos y procesos para cumplir con la financiación climática”.  

Derecho a un medio ambiente limpio, sano y sostenible

A pesar de necesitar mayores compromisos, Plan International acoge con satisfacción el lenguaje utilizado en las negociaciones de la COP28, que hace hincapié en la importancia de respetar, promover y tener en cuenta las obligaciones en materia de derechos humanos. La inclusión de la igualdad de género, el empoderamiento de la mujer, la equidad intergeneracional y los derechos de la infancia en los textos del Fondo de Pérdidas y Daños y de la Evaluación Global es un paso adelante fundamental. El reconocimiento del derecho a un medio ambiente limpio, sano y sostenible, el derecho a la salud y el derecho al desarrollo también son importantes para avanzar en un enfoque global de la justicia climática intergeneracional.  

“La crisis climática es la injusticia global, intergeneracional, de género y social más importante de nuestro tiempo”, continuó Sherwin. “Por lo tanto, es esencial que en las decisiones de la COP28 se refleje un enfoque basado en los derechos. Las consecuencias del cambio climático ya están vulnerando los derechos de las comunidades más marginadas del mundo y magnificando las desigualdades interseccionales de género, especialmente para las niñas y las mujeres jóvenes. Por eso los derechos de las niñas y las mujeres deben estar en el centro de la acción climática”. 

La educación ayuda a impulsar la acción por el clima

Plan International también acoge con satisfacción los resultados del Objetivo Global de Adaptación sobre el logro de la resiliencia climática con referencia a la producción y el suministro de alimentos resistentes al clima, y contra los impactos en la salud relacionados con el clima. Resulta crítico que el objetivo también anime a las partes a ampliar la educación para apoyar la acción climática. Durante la COP28 también se adoptó una Declaración para una Agenda Común sobre Educación y Cambio Climático, sin embargo, las declaraciones carecen de compromisos hacia la infancia y la atención a las necesidades específicas de las niñas y las mujeres jóvenes, y, lo que es más importante, no se definen los medios de financiación y aplicación.   

 

En palabras de April, una joven delegada de Plan International en la COP28 procedente de Indonesia: “Las niñas están a la vanguardia del movimiento por el clima. Estamos liderando soluciones para concienciar y abordar nuestras necesidades específicas. Me alegra ver que la declaración de la COP28 alienta los esfuerzos de las Partes para ampliar la educación sobre el clima, y para empoderar a las personas, en particular a los niños, niñas y jóvenes, con los conocimientos, habilidades, valores y actitudes necesarios para una acción activa para combatir el cambio climático.  Pero esto no basta por sí solo. Hay que ir más allá.  Hay que dotar de recursos y comprometerse con una educación climática que incluya a las niñas y a las mujeres jóvenes, reconociendo nuestros conocimientos y agenda específica, y abordando las causas profundas de la desigualdad de género”. 

Uno de los principales avances de la COP28 es la puesta en marcha del Fondo de Pérdidas y Daños. Los efectos de las pérdidas y los daños causados por el cambio climático ya se dejan sentir cada día, con niños, niñas y jóvenes que se enfrentan a una creciente inseguridad económica, desigualdad, pobreza, hambre, falta de acceso a la educación y a los servicios sanitarios, amenazas a los medios de subsistencia, riesgos de violencia de género y pérdida de seres queridos. 

Se necesitan más fondos

Esta decisión es crucial para los niños, niñas y jóvenes de hoy, y para las generaciones futuras, ya que se prevé que las repercusiones económicas y sociales de las pérdidas y daños crezcan exponencialmente en las próximas décadas. Y, aunque el anuncio es un gran paso adelante, se necesita una ambición mucho mayor. Las promesas iniciales realizadas en la COP28 ascienden a un total de 770,6 millones de dólares americanos, pero esto está muy lejos del coste estimado de las pérdidas y daños, que se espera que alcance al menos 1 billón de dólares en 2050.     

Georgia, una joven australiana delegada de Plan International en la COP28, afirma: “Las pérdidas y los daños no son un problema del futuro. Está ocurriendo ahora. Necesitamos urgentemente que los gobiernos comprometan fondos suficientes para hacer frente a las pérdidas y los daños. La financiación debe ser accesible para las niñas, las mujeres jóvenes y sus familias, que están sufriendo de manera desproporcionada la pérdida de hogares, medios de subsistencia y acceso a la educación y a los servicios sanitarios, así como el aumento de la violencia de género, las enfermedades, el matrimonio infantil, precoz y forzado y los sindicatos y el trabajo de cuidados no remunerado para mujeres y niñas.” 

Plan International se compromete a garantizar que las niñas y las mujeres jóvenes, en toda su diversidad, puedan ejercer su derecho a participar de forma significativa en las decisiones, procesos y acciones de política climática que les afectan. Aunque siguen existiendo barreras, en la COP28, los y las jóvenes se movilizaron de forma efectiva para influir en las negociaciones para la acción climática. 

 Acogemos con satisfacción el importante paso adelante dado en la COP28 al solicitar un diálogo de expertos sobre la infancia y el cambio climático. Farah, de Jordania, afirma: “Los niños, y especialmente las niñas, sufren de forma desproporcionada el impacto de la crisis climática. La acción climática debe responder a nuestras necesidades. Tenemos derecho a participar en las decisiones que nos afectan. Apoyo la petición de la COP28 al Órgano Subsidiario de Ejecución para que, en su sexagésima sesión, celebre un diálogo de expertos sobre la infancia y el cambio climático para debatir los efectos desproporcionados del cambio climático en los niños y niñas y las soluciones políticas pertinentes a este respecto, implicando en este esfuerzo a las entidades pertinentes de las Naciones Unidas, las organizaciones internacionales y las organizaciones no gubernamentales. Es fundamental que este diálogo de expertos siga adelante”. 

Las niñas son vitales para la toma de decisiones

Plan International también acoge con satisfacción la participación de los y las jóvenes en la decisión del Fondo de Pérdidas y Daños, que establece que el fondo organizará foros consultivos para involucrar a las partes interesadas, incluidos los y las jóvenes. Sin embargo, aún queda mucho por hacer para garantizar procesos inclusivos de manera que las niñas y las jóvenes, en toda su diversidad, estén presentes en la toma de decisiones sobre el clima.  

 “Como joven indígena Puruha de Ecuador, es prometedor ver que el Balance Global (Global Stockage) de la COP28 llama a las Partes a involucrar a los Pueblos Indígenas y a las comunidades locales en sus políticas y acciones climáticas.  Pero los llamamientos no son suficientes. Nuestra participación significativa, que incluya a los niños indígenas, especialmente a las niñas y las mujeres jóvenes, debe contar con recursos suficientes y con compromisos de financiación para el clima”, afirma Nelly, delegada juvenil de Plan International en la COP28.  

La COP28 también ofreció un espacio para el tan necesario diálogo sobre la acción integrada humanitaria-climática. El reconocimiento por parte del Balance Global (Global Stockage) de la “alerta temprana para todos” es prometedor. 

Destacando la importancia de actuar antes de los desastres climáticos, con el lanzamiento de una nueva carta, Esther, delegada juvenil de Plan International COP28 de Sierra Leona subraya: “Como niñas, no somos víctimas pasivas de la crisis climática.  A través de nuestras redes dirigidas por chicas estamos liderando la acción climática en nuestras comunidades. Pero no podemos hacerlo solas. Nuestras voces y acciones deben estar conectadas a los procesos, sistemas y financiación que permitan una acción temprana eficaz.”  

Plan International continuará abogando por la infancia y la juventud, especialmente con las niñas y las mujeres jóvenes, en toda su diversidad, para plantear preocupaciones clave en las negociaciones sobre el clima, presionando para que haya compromisos claros, plazos y financiación accesible. Nos basaremos en los avances logrados en la COP28 y nos aseguraremos de que se traduzcan en acciones climáticas significativas para los niños y niñas del mundo, los más afectados por la crisis climática.