Después de más de dos años de guerra en Ucrania, las niñas y jóvenes, tanto desplazadas como dentro del país, siguen enfrentándose a grandes desafíos de salud mental y muchas, todavía, siguen sin poder ir al colegio de forma presencial y continuada. Así lo señala el nuevo informe, ‘Adolescent Girls in Crisis: Voces desde Ucrania, Polonia y Rumanía’, de Plan International. El informe, realizado en Ucrania y los países limítrofes, explica, a través de las voces de 135 adolescentes, las duras realidades que enfrentan las jóvenes ucranianas de 10 a 19 años.
“Este informe recoge las voces y percepciones de las propias adolescentes afectadas por la guerra en Ucrania. Lamentablemente, sus opiniones suelen pasarse por alto. Las adolescentes y jóvenes deben ser incluidas en la recuperación y reconstrucción de su país, para lograr una igualdad de género real”, señala Concha López, directora general de Plan International España.
“Ni siquiera en nuestra propia casa nos sentimos seguras. La noche es lo más difícil: nos despertamos con los sonidos de las sirenas. Es aterrador”, cuenta a Plan International Inna, una niña de 15 años que vive cerca de Kiev, al hablar sobre el constante estado de alerta que experimentan ella y su familia.
Después de más de dos años de guerra, 14,6 millones de personas necesitan ayuda humanitaria, 4 millones de personas son desplazadas internas dentro del país y 6,5 son refugiadas en países limítrofes. La investigación de Plan International revela que tanto las jóvenes que permanecen en Ucrania como las que han huido a países vecinos como Moldavia, Polonia y Rumanía enfrentan desafíos significativos, un 75% de la infancia y de los y las jóvenes necesitan ayuda psicosocial, según datos de Naciones Unidas.
Por ejemplo, su educación se ha visto interrumpida, muchas experimentan un atraso en las materias escolares propias de su edad y algunas han abandonado su escolarización por completo. En Ucrania, 3.798 edificios educativos han sido destruidos. “Es muy difícil estudiar cuando tienes ansiedad todos los días y suenan alarmas constantemente”, dice Alyona, una joven que vive en Ucrania. Por otro lado, las niñas, niños y adolescentes refugiados reportan dificultades por tener que integrarse y adaptarse a sistemas educativos distintos, en los países de acogida.
Muchas adolescentes encuestadas informaron de un aumento de sus responsabilidades en las tareas domésticas como resultado de los cambios en las estructuras y dinámicas del hogar desde la escalada de la guerra. Los miembros adultos de la familia están ausentes de muchos hogares. La carga de las responsabilidades domésticas y adultas adicionales parece haber recaído más en las niñas que en los niños.
“Yo también hago la limpieza y cocino. Mi madre trabaja todo el día y mi hermana es demasiado pequeña para hacerlo. Así que ayudo a mi madre“, cuenta Natalie, una chica ucraniana a Plan International.
La guerra y el desplazamiento también las han hecho más vulnerables al acoso sexual y la explotación, además de provocar un aumento de la ansiedad, la depresión y otros problemas psicológicos. “Me da miedo caminar sola por lo que escucho sobre mujeres a las que agreden por la calle”, explica Jisu, en Polonia.
A pesar de estas dificultades, el informe también revela la notable resiliencia de estas niñas, que mantienen una visión clara de un futuro basado en la paz y la inclusión.
Plan International lleva desde 2022 apoyando a jóvenes en Ucrania y países limítrofes
Plan International ha estado apoyando a los y las afectados por la guerra en Ucrania desde 2022, llegando a casi 650.000 personas, incluidas más de 259.000 niñas y niños. Los esfuerzos de la organización se centran en brindar servicios de primera necesidad en áreas críticas como la salud mental y el apoyo psicosocial, la educación y los derechos de salud sexual y reproductiva.
El compromiso de la organización se extiende a proporcionar ayuda humanitaria inmediata a los niños, niñas y sus familias afectadas por la guerra. Este conflicto ha provocado un número muy alto de víctimas civiles, destrucción generalizada y el desplazamiento de millones de personas, lo que obliga a actuar rápidamente para abordar las necesidades urgentes que surgen en estos contextos.
Además, Plan International busca que este informe sirva como una llamada a la acción ante la Conferencia de Recuperación de Ucrania en Berlín, Alemania, que comienza el próximo 11 de junio. El informe subraya la necesidad de intervenciones inmediatas y específicas para abordar las necesidades de las adolescentes, priorizando su acceso a la educación, los servicios de salud mental y su participación en la reconstrucción y recuperación de su país.
En España, la organización lleva a cabo el proyecto ‘Child Friendly Spaces’, dirigido a niños y niñas refugiados de diferentes nacionalidades, entre ellas la ucraniana, que se encuentran en régimen de acogida en el CREADE de Pozuelo de Alarcón. El proyecto tiene como finalidad ofrecer un espacio seguro y amigable a los niños y niñas en cuatro áreas fundamentales: ocio saludable, atención emocional, competencias lingüísticas y digitales y refuerzo educativo que les posibilite su mejor y rápida inclusión en el sistema educativo. Además, Plan International ha trabajado con mujeres ucranianas refugiadas en itinerarios de inserción sociolaboral y dando acompañamiento en la gestión documental requerida por las administraciones públicas.