El director de Plan International Sudán, Mohammed Qazilbash, emite este comunicado mientras millones de personas están al borde de la hambruna y el país se encamina a convertirse en la peor crisis de hambre del mundo.
En respuesta al último informe del IPC respaldado por la ONU sobre el hambre en Sudán, Qazilbash ha dicho:
“El último informe del IPC ha confirmado lo que temíamos desde hace meses: que la hambruna es inminente en múltiples zonas de Sudán. Los niños y las niñas ya están muriendo de hambre, y ahora estamos en una carrera a contra tiempo para evitar una hambruna en toda regla.
Este informe no nos sorprende, este desastre es causado por el hombre y era previsible; las agencias de ayuda han estado advirtiendo sobre esta trayectoria. Nuestro momento para actuar fue hace seis meses; es inconcebible que ahora haya más de 8 millones de personas al borde de la hambruna.
El conflicto ha desplazado a más de 10 millones de personas
Ahora tenemos una ventana de tiempo que se desvanece rápidamente para prevenir una pérdida catastrófica de vidas. Este conflicto ha desplazado a más de 10 millones de personas y se ha convertido en una crisis regional que solo empeorará, ya que la hambruna no respeta las fronteras internacionales.
Se necesita asistencia vital no solo en todo Sudán, sino también en los países vecinos, donde ahora estamos viendo llegar refugiados desnutridos y deshidratados, huyendo del hambre, además de los combates. Todas las formas de asistencia humanitaria deben intensificarse urgentemente, incluyendo la entrega de alimentos, apoyo nutricional, asistencia en efectivo y vales. Lo más crucial es que las ONG necesiten acceso sin restricciones a todas las comunidades, en todo Sudán, para que podamos llegar a los niños, niñas y sus familias.
La actual crisis de seguridad alimentaria ha coincidido con el “período de hambre” en Sudán, también conocido como la temporada de escasez, que típicamente abarca de junio a septiembre. Si la ayuda no llega a tiempo, muchas personas, especialmente la infancia, enfrentarán el riesgo de morir de hambre.
Es necesario aumentar la financiación para salvar vidas
A pesar de las difíciles condiciones, nuestro personal, las ONG locales, las organizaciones comunitarias y los trabajadores de ayuda en todo Sudán están trabajando de manera incansable para responder a esta emergencia, arriesgando sus propias vidas para salvar la vida de otros. Pero es absolutamente crítico que la comunidad internacional intervenga y aumente la financiación para la ayuda y priorice el diálogo para poner fin a los combates.
En unas pocas semanas comenzará la temporada de lluvias y muchas partes de Darfur serán aún más difíciles de alcanzar cuando los ríos se vuelvan intransitables.
El futuro de Sudán depende de la supervivencia y la adecuada nutrición de sus bebés y niños y niñas. La población merece algo mejor.