Los niños, niñas y adolescentes de Haití podrían enfrentarse a nuevos peligros cuando las fuerzas de seguridad internacionales se desplieguen esta semana para hacer frente a los violentos grupos armados que asolan la capital del país, a menos que se tomen medidas de protección de la infancia y adolescencia, según ha declarado un grupo de organizaciones humanitarias.
Save the Children, Plan International y World Vision temen que los grupos armados de Haití respondan con fuerza a la Misión Multinacional de Apoyo a la Seguridad (MSS), respaldada por la ONU, exponiendo a los niños, niñas y adolescentes a nuevos e importantes riesgos de quedar atrapados en el fuego cruzado.
Una vez que la MSS desembarque en Haití, las fuerzas de seguridad se encontrarán con civiles -incluidos niños, niñas y adolescentes-, involucrada de una forma u otra con los grupos armados. Se calcula que hasta la mitad de los miembros de los grupos armados del país son niños, niñas y adolescentes por lo que el riesgo de que se registren víctimas entre la población de niñez y adolescencia es considerable. Las organizaciones de ayuda también han recibido informes alarmantes sobre el uso de niños, niñas y adolescentes por parte de estos grupos en enfrentamientos con la Policía Nacional de Haití, y temen que puedan volver a quedar atrapados en el fuego cruzado.
Los organismos de ayuda piden al MSS que dé prioridad a los derechos y la seguridad de la niñez y adolescencia garantizando que las fuerzas desplegadas cuenten con expertos en protección de la infancia y adolescencia y reciban formación antes de su despliegue. También piden que las fuerzas reciban formación sobre la prevención de la violencia de género, la explotación sexual y los abusos para garantizar una mayor protección de las niñas y las mujeres.
A pesar de la petición del Consejo de Seguridad de que el MSS “garantice los más altos niveles de transparencia y conducta”, el MSS todavía tiene que revelar públicamente qué formación se ha impartido, su concepto de operaciones y qué normas de involucramiento, líneas de mando, mecanismos de supervisión y rendición de cuentas ha establecido. También es clave supervisar el impacto del UNMSS durante la próxima temporada de huracanes.
Además, todas las fuerzas de seguridad que se desplieguen en Haití deben cumplir sus obligaciones en virtud del derecho internacional humanitario y el respeto de los derechos humanos.
Los niños, niñas, adolescentes y las familias de Puerto Príncipe llevan meses viviendo en un estado constante de miedo y peligro. La violencia en la que participan grupos armados ya se ha disparado más de un 140% este año en comparación con 2021.
Un número cada vez mayor de niños y adolescentes en Haití se han visto empujados a unirse a grupos armados debido al hambre y la desesperación. Estos niños y adolescentes son víctimas de violaciones de sus derechos y deben ser tratados como niños, niñas y adolescentes, no como milicias.
Las fuerzas de seguridad deben aprender de los fracasos de las misiones internacionales anteriores y adoptar plenamente todas las medidas de protección y derechos humanos establecidas en su mandato del Consejo de Seguridad. La vida de los niños, niñas y adolescentes depende de ello.
Acerca de Plan International
Plan International lleva 51 años trabajando en Haití para proteger a la infancia. Actualmente, concentra su respuesta en el Noroeste del país y en la región de Artibonite. La organización establece ‘Child Friendly Spaces’, es decir, espacios amigables para la infancia, donde ofrece apoyo psicosocial, actividades recreativas y oportunidades educativas para que los niños y niñas reciban el apoyo necesario en este contexto de emergencia.
Acerca de World Vision
World Vision lleva más de 44 años trabajando con la población local de Haití. La organización actúa en cuatro regiones: el Centro, el Oeste (incluida La Gonâve), el Norte y el Nordeste, donde concentra la mayor parte de sus esfuerzos. Ha puesto en marcha 18 programas de zona y numerosos proyectos especiales.
Acerca de Save the Children
Save the Children lleva trabajando en Haití desde 1978, tanto en comunidades urbanas como rurales, proporcionando dinero en efectivo para que las familias puedan comprar artículos de primera necesidad, prestando apoyo sanitario y nutricional y apoyando a los niños, niñas y adolescentes en las escuelas.