Un día, el año pasado, Medhanit volvió a casa del colegio, sus padres mantenían una fuerte discusión con los ancianos del pueblo sobre algo que era claramente importante. Pero cuando entró en la habitación, dejaron de hablar repentinamente.
“Supe que estaban planeando algo que me involucraba, pero no estaba segura de qué podría ser”
Es la mejor alumna de su curso en el colegio de Amhara, en Etiopia. Medhanit, de 16 años, empezó a preocuparse cuando comenzaron a difundirse rumores sobre ella en el colegio.
“Veía que algunos compañeros me miraban y hablaban entre ellos, no sabía qué pasaba hasta que mi madre me dio la noticia. Entonces me di cuenta de que todo el revuelo era porque me querían casar”.
En Etiopia, dos de cada cinco niñas son casadas antes de cumplir los 18 y casi una de cada cuatro antes de los 15. Las tasas varían mucho según la región y suelen ser superiores que las cifras nacionales. La región de Amhara tiene la mayor tasa de matrimonio infantil casi el 45% de las chicas se casan antes de los 18.
Medhanit estaba en shock, era delegada de su colegio y miembro del Girl’s Club que implementó Plan International en su escuela, así que estaba concienciada sobre el impacto negativo del matrimonio infantil. “Sé que es un problema muy serio en nuestra comunidad, pero nunca pensé que me pasaría a mí. Me sentí frustrada e impotente”.
Sus padres le contaron que su hermana mayor se iba a casar y que debía casarse el mismo día para ahorrar dinero. Habían elegido a un hombre mucho mayor que ella que trabajaba en la granja de su padre.
Medhanit suplico a su familia que no la forzaran a casarse. “Les dije que no quería hacerlo. No quería verles, así que cenaba en casa de mi abuela que vive cerca de nosotros”.
Sus padres trataron de impedirle ir al colegio quitándole su mochila y sus libros, pero Medhanit siguió yendo sin ellos. A pesar de esto, sus padres continuaron con su plan y empezaron a preparar la boda. “Veía que mi familia compraba cosas y se preparaban para la boda”.
Al ver que sus padres se negaban a esucharla, decidió pedir ayuda: “Tuve que decírselo a mis profesores y a mi tío que vive en Bahi Dar”. Los profesores visitaron a su familia para hablar del asunto. “Al principio mis padres despreciaron los consejos y advertencias que les daban mis profesores, mi hermana pequeña también les dijo que no se casaría hasta que mi matrimonio se cancelara”.
Poco a poco, los padres de Medhanit empezaron a reconsiderar el matrimonio de su hija. “Después de tanta discusión, mis padres entendieron que debo estar en el colegio y que mi único compromiso debe ser con mis estudios, no con un hombre. No sabían que era de las mejores de mi colegio y les gustó oír de mis profesores que me convertiría en una gran mujer si seguía estudiando”.
Desde entonces, el padre de Medhanit se ha convertido en un activista contra el matrimonio infantil, e incluso se involucró en frenar el matrimonio de otra niña. “Una amiga mía estaba a punto de casarse y los profes lo involucraron en la visita familiar para que compartiera su experiencia”.
Medhanit está muy orgullosa de que su padre hablara con la otra familia para cancelar el matrimonio de su amiga y ya no tiene miedo que algo así la pudiera pasar.
“Tengo 16 años y quiero ser abogada cuando termine el colegio”, dice con sinceridad “Creo que, si me hubiera casado, ahora sería madre adolescente. Quiero defender los derechos de las chicas y llevar ante la justicia a las personas que no los respetan”.