El agua es clave en la erradicación de la pobreza y fundamental para el bienestar de la población.
Abrimos el grifo y sale agua. Agua limpia que podemos beber y utilizar para nuestro aseo o para cocinar. Un gesto tan mecanizado y tan común que cuando hay un corte en el suministro aunque hayamos llenado todos los barreños de la casa, seguimos yendo al grifo. ¿Te sientes identificado? Seguro que sí.
Parece increíble que todavía haya millones de personas en el mundo que no tienen acceso al agua. Es un derecho básico y un bien vital para todos.
Parece impensable tener que recorrer varios kilómetros todos los días para acceder a una fuente de agua y acarrearla de vuelta. Agua que recogen en pozos, lagos o fuentes y que en muchas ocasiones está contaminada. Miles de mujeres, niños y niñas son los responsables de caminar kilómetros cada día por caminos impracticables para llenar los recipientes de agua y cargarla hasta sus casas.
Muchas veces esta tarea es peligrosa porque los niños y niñas están expuestos a diferentes riesgos: abusos, maltratos o ataques de animales peligrosos.
En el Día Mundial del Agua, 22 de Marzo, Plan International alerta de que millones de personas siguen realizando esta tarea para poder tener agua potable con la que asearse, beber, cocinar o lavar. El agua es clave en la erradicación de la pobreza y fundamental para el bienestar de la población.
Plan International lleva a cabo proyectos para construir pozos y puntos de agua o suministrar sistemas de potabilización en comunidades sin acceso al agua. En 2015, Plan Internacional invirtió 54 millones de euros en proyectos para garantizar el derecho al agua y el saneamiento y construyó o rehabilitó 2.600 puntos de agua.
El acceso al agua potable mejora la salud de la población, posibilita la educación y las actividades económicas y contribuye al desarrollo de las comunidades. El acceso al agua potable disminuye los casos de enfermedades provocadas o trasmitidas por el agua, como la diarrea, el cólera, el tifus o la sarna. Los niños y niñas pueden además disfrutar de más tiempo libre para jugar o realizar las tareas de la escuela.
Algunos datos que tal vez no sabías sobre el derecho al agua:
- 663 millones de personas no tienen acceso a agua potable, es decir, una de cada nueve personas en todo el mundo carece de agua apta para el consumo.
- El consumo medio de agua de un habitante español es de 142 litros al día, ocho veces más que la media de una persona en una comunidad rural del África subsahariana.
- Usamos más agua en una ducha de un minuto (casi 20 litros) de la que usan la mayoría de las personas en el África subsahariana en un día entero para beber y asearse (entre 7 y 18 litros de media).
- De acuerdo con la OMS, son suficientes 20 litros de agua para las necesidades básicas de beber, cocinar y lavarse las manos en un país en desarrollo, pero otras tareas comunes como bañarse o hacer la colada requieren de volúmenes más grandes de agua que no pueden satisfacerse con 20 litros.
- En África y Asia, las mujeres y niñas caminan 6 kilómetros de media cada día cargando con bidones de agua de más de 20 kilos de peso.
- Cada día se utilizan 125 millones de horas en la recogida y transporte de agua en todo el mundo, una tarea de la que se encargan principalmente mujeres y niñas. Con acceso a agua potable, podrían invertir ese tiempo en su educación y actividad económica para la generación de ingresos.
- 66 niños mueren de diarrea cada hora. El acceso a agua potable reduciría este riego de forma considerable.
- Las instalaciones de agua y saneamiento en los colegios aumentan las tasas de asistencia escolar, especialmente entre las niñas. Todavía un tercio de los colegios en todo el mundo no tienen acceso a saneamiento y agua potable.
- 160 millones de niños y niñas sufren malnutrición y retrasos en el desarrollo, lo que tiene un impacto de por vida en su salud, educación y potencial económico. El 50% de la malnutrición está ligada a la falta de agua potable y saneamiento.
- Desde 1990, 2.600.000 personas han conseguido acceso a agua potable.