Cinco agricultores de la región de las Naciones, Nacionalidades y Pueblos del Sur de Etiopía nos cuentan cómo El Niño afecta a sus tierras de cultivo y, en definitiva, al sustento de sus familias. En este momento, el Gobierno, junto con organizaciones humanitarias como Plan International, están distribuyendo alimentos, agua y medios de subsistencia.
Worke Amenu, distrito de Sidama, SNNPR
“Me llamo Worke Amenu. Vivo en la comunidad de Locka Abaya en el distrito de Sidama, SNNPR, Etiopía. Estoy casado y tengo cuatro hijos. Mis hijos tienen dificultades para ir al colegio debido a la sequía.
Ganábamos dinero con la labranza de las tierras de detrás de nuestra cabaña. Sembrábamos teff, maíz, ensete (plátanos etíopes) y otras verduras en las 0,125 hectáreas del campo. Debido a la sequía y al cambio climático, no estoy cosechando nada de mis cultivos de teff y maíz.
Ojalá encontremos una forma de salir de esta sequía antes de que sea demasiado tarde“.
Afra Argeta, distrito de Locka Abaya, SNNPR
“Me llamo Afra Argeta. Vivo en la comunidad de Locka Abaya en el distrito de Sidama de SNNPR. Tengo cinco hijos: tres niñas y dos niños. Actualmente, solo uno va al colegio.
Mi sustento depende de la agricultura. En mis tierras sembraba teff, maíz y bananas. Las semillas que planté en junio y julio no dieron sus frutos por culpa de la falta de lluvias estacionales, mientras que el sol provocó que las semillas se secasen en el periodo de germinación.
Mi comunidad ha sido la más afectada por la sequía. Recogí de mis cultivos unos dos quintales (200 kilos) de maíz. Hemos vendido uno de los quintales para poder ganar dinero y nos comemos el quintal restante para sobrevivir.
Rezamos por que haya una intervención antes de que las cosas empeoren. La sequía ha azotado duramente el distrito desde el periodo de siembra. No ha llovido nada en los últimos meses. Mi familia y yo esperamos ayuda para poder sobrevivir a esta sequía“.
Eyasu Tunsisa, distrito de Locka Abaya, SNNPR
“Me llamo Eyasu Tunsisa. Vivo en el distrito de Locka Abaya. Estoy casado y esperando a nuestro primer hijo: mi mujer está embarazada de seis meses.
Mi único ingreso es la agricultura. Mis padres me enseñaron a cultivar y sabía que cuando me hiciera mayor sería agricultor. Mis padres solo me enseñaron a labrar y crecí para ser agricultor. Eso es todo lo que sé.
Desde que me casé y me fui de casa, he utilizado el terreno de cultivo que mis padres me dieron. Siempre ha sido muy productivo. Sembraba maíz, teff y café y podíamos sobrevivir con ello durante un año. Incluso vendía algunos de mis cultivos al mercado y gana dinero.
Este año está siendo insólito. Ha sido un shock para toda la comunidad. Casi no ha llovido desde que sembramos las semillas. No hemos visto la luz del sol durante esos meses, lo que ha dificultado mucho el crecimiento de las cosechas. Mi familia y yo no tenemos nada que comer en casa. Me he visto obligado a comprar alimentos muy caros de mercados lejanos para sobrevivir. Esperaba conseguir algo de los cultivos del campo, pero mira el cielo. Está a punto de llover intensamente. Destrozará los cultivos y no tendremos nada que cosechar.
Nos quedamos sentados con impotencia y preocupados por lo que pasará después. Cuando se me acabe el dinero que tengo, no sé qué le pasará a mi familia. El Gobierno ayuda a aquellos que tienen problemas pero, dentro de poco, esos seremos nosotros. Necesitamos una intervención pronto si quieren salvarnos la vida“.
Legesse Daarsa, distrito de Dara, SNNPR
“Me llamo Legesse Daarsa. Vivo en la comunidad de Setamo, en el distrito de Dara. En mi familia somos ocho: tengo seis hijos. Dos de ellos iban al colegio. Ahora, ninguno puede ir por culpa de la sequía; se tienen que quedar en casa porque no tenemos nada que comer. La sequía ha afectado seriamente a mis hijos. Se están poniendo enfermos.
Soy un agricultor que cultivaba la tierra que mi familia me dio. Cosechaba café, teff, maíz y otras verduras de mis tierras con las que ayudaba a nuestra familia a sobrevivir hasta la siguiente cosecha. Este año, debido a los prolongados días y meses de sol que han provocado la falta de lluvias, nuestros cultivos se han echado a perder.
La lluvia no ha aparecido cuando tenía que hacerlo. Ahora, las lluvias torrenciales que no tuvimos antes están devastando nuestros cultivos. Somos víctimas de la naturaleza. El Gobierno, junto con las organizaciones de ayuda humanitaria como Plan International, ayuda a nuestra comunidad distribuyendo plumply-nuts, aceite y harina de maíz. Sin embargo, necesitamos un esfuerzo conjunto para ayudarnos en estos tiempos difíciles”.
Tesfaye Wonje, distrito de Dara, SNNPR
“Me llamo Tesfaye Wonje. Vivo en la comunidad de Setamo, en el distrito de Dara. Tengo 10 hijos, pero es imposible que acudan al colegio. Tienen muy poco para comer y mi corazón vive una agonía. Tengo 0,125 hectáreas de terreno que utilizaba para el cultivo. Sembré maíz, teff, caña de azúcar y plátanos, pero todos los cultivos de mis tierras no han dado ninguna cosecha. Compro productos alimenticios en el mercado para mantener a mi familia. El Gobierno ayuda a aquellos a los que les ha afectado la sequía, pero necesitamos ayuda más organizada para llegar a toda la gente afectada”.
Hay muchas más familias afectadas, Plan International trabaja para ayudar a las miles de familias que sufren las consecuencias de el fenómeno de El Niño, uno de los más potentes registrados en 30 años: QUIERO COLABORAR