Jim fue obligada por su madre a abandonar la escuela, pero, gracias a los esfuerzos e insistencia de sus profesores y al trabajo de Plan International, la joven pudo continuar con sus estudios. Nuestra organización promueve la educación de las niñas en Laos sensibilizando sobre las consecuencias negativas del matrimonio infantil sobre la vida de las niñas.
Jim, de 18 años, tiene un sueño. Quiere ser chef y montar su propia panadería en Vientiane, capital de Laos. Todavía está estudiando en su pequeña aldea rural al norte de Laos, pero, aunque le queda un largo camino por recorrer para alcanzar su sueño, cree que es posible.
No siempre ha sido así. Hasta hace poco, Jim corría el riesgo de seguir los mismos pasos que muchas adolescentes en Laos. “Mi abuela enfermó y necesitaba que alguien la cuidara, así que mi madre me dijo que tenía que dejar la escuela”, cuenta Jim.
Nadie más podía encargarse de cuidar a la abuela: su padre trabaja en una plantación de plataneras, su hermano mayor en una plantación de sandías, su hermana mayor ya está casada y su hermana menor sigue estudiando.
En Laos, sobre todo en las regiones rurales, las niñas tienen muchas más probabilidades que los niños de dejar los estudios. Una de las razones principales es el matrimonio infantil, que sigue siendo una práctica común en Laos, donde, además, las tasas de embarazos adolescentes son de las más elevadas del sudeste asiático.
Además de las tradiciones y las normas culturales, el cambio climático también está afectando a las niñas especialmente: las sequías han empeorado las cosechas y, ahora, los padres quieren que los niños, y especialmente las niñas, se queden en casa cuidando los cultivos.
Hemos creado clubes juveniles para que los y las jóvenes hablen de sus derechos y de la importancia de la educación, de las consecuencias negativas del matrimonio infantil y de la igualdad. En los clubes, los y las alumnas también aprenden cocina, canto, teatro, actuación y otras artes y habilidades para la vida y practican deporte.