Sierra Leona tiene una de las tasas de embarazo adolescente más altas del mundo. Se calcula que un tercio de los embarazos en el país son chicas que no han cumplido los 18 años. La mayoría de las chicas embarazadas se ven obligadas a abandonar la escuela. De hecho, recientemente, se ha derogado una ley que prohibía a las chicas embarazadas ir a clase. Aun así, todavía muchas adolescentes sufren el estigma y la discriminación de sus familias y comunidades.
Ramatu, de 26 años, tuvo que dejar la escuela en segundo, cuando se quedó embarazada, dice que se sintió abandonada, y tras dar a luz, no pudo retomar sus estudios. “Me encantaba leer y quería formarme, encontrar un buen trabajo y ayudar a mi familia y a mi comunidad a salir de la pobreza”.
Ramatu fue obligada a casarse con el hombre que la dejó embarazada, pero el matrimonio fue infeliz. Él la maltrató y acabó abandonando a Ramatu y a sus dos hijos, abandonándola a su suerte. “Me hizo pensar que, si volvía a la escuela y adquiría más conocimientos que él, me volvería en contra suya”.
Consciente de que necesitaba encontrar una fuente de ingresos para mantener a sus dos hijos, Ramatu asistió a una reunión en la que conoció la iniciativa Youth Social Economic Empowerment (YSEE) de Plan International, un proyecto piloto de seis meses que funciona en el distrito de Moyamba en colaboración con la Corporación Financiera Internacional y Sierra Rutile Limited.
A través de este programa, Ramatu ha aprendido sobre finanzas, emprendimiento e igualdad de género. Tras conocer todos los cursos de formación disponibles, la joven decidió desafiar los estereotipos de género y apuntarse a albañilería y carpintería.
“Elegí estas profesiones porque quería cambiar la narrativa. No deberían ser campos dominados por los hombres; las mujeres también pueden destacar en ellos”.
Aunque la carpintería y la albañilería son oficios tradicionalmente masculinos en Sierra Leona, cada vez hay más mujeres que se están interesando en aprender oficios como fontanería, conducción e ingeniería.
Ramatu quiere dar ejemplo a otras jóvenes que quieran hacer algo diferente con sus vidas. “Compañeras, os animo a que desarrolléis habilidades que os permitan ser poderosas y autosuficientes para que los hombres no se aprovechen de vosotras”.