Las donaciones de padrinos y madrinas han servido para mejorar la vida de miles de niños y niñas apadrinados, de sus familias y de las comunidades del distrito indio de Jamui (Patna) en los últimos ocho años. En todo este tiempo, el trabajo de Plan International ha contribuido a que más de 8000 personas tengan una vida más digna y a que las comunidades tengan las herramientas necesarias para desarrollarse.
A pesar de la pandemia, la situación socioeconómica de la comunidad ha mejorado y, a partir de ahora, seguiremos trabajando en otras zonas pobres de la India.
A continuación, te contamos de qué forma han prosperado las comunidades del distrito de Jamui.
Respuesta a la COVID-19
India sufrió un confinamiento estricto desde marzo a mayo de 2020 por el coronavirus. Durante este periodo, repartimos comida, kits de higiene y educativos a 1497 familias de las comunidades apadrinadas en situación muy vulnerable.
Para acabar con las informaciones contradictorias que circulaban sobre el virus, organizamos programas de sensibilización y prevención mediante llamadas telefónicas y mensajes de WhatsApp. También utilizamos anuncios y folletos para compartir consejos relacionados con el distanciamiento social, el lavado de manos y el uso de mascarillas.
“Estábamos confinados, sin ser muy conscientes de la pandemia y recibíamos mensajes contradictorios. Cuando Plan International me llamó, entendí las medidas de prevención contra el virus. La comida y los kits de higiene que nos dieron también nos ayudaron mucho”, cuenta Kajal, joven de 18 años.
Un trabajo de fondo en educación
En estos últimos ocho años, nos hemos centrado en mejorar las oportunidades de aprendizaje de los niños y las niñas que estudian en primaria. Las aportaciones de padrinos y madrinas nos han permitido construir centros educativos, reforzar las capacidades de los docentes y aumentar la oferta de deportes y actividades extraescolares en la zona.
Además, hemos promovido la educación STEM mediante actividades en los laboratorios de ciencias en los que más de 651 niñas y niños de 15 escuelas han tenido la oportunidad de demostrar sus conocimientos e ideas innovadoras utilizando pocos recursos.
Por otro lado, creamos una cadena de tutores jóvenes voluntarios, gracias a la cual las niñas y los niños de las comunidades con mejores notas han ayudado a los que tienen más problemas. Durante el cierre de las escuelas, estos voluntarios han sido clave para que no se interrumpiesen los estudios.
Para acabar con los estereotipos, organizamos campamentos de fútbol en ocho escuelas para que 125 niñas pudiesen jugar. En este sentido, Kanchan, de 18 años, afirma: “he aprendido que no solo es cuestión de disfrutar del deporte, sino que el fútbol me da seguridad y aumenta mi autoestima”.
Niñas y adolescentes más protegidas
En cuanto a salud, hemos creado programas para mejorar la atención que reciben las mujeres durante su embarazo y después del parto, así como para niñas de cualquier edad. En este sentido, apoyamos al gobierno indio en 13 centros de cuidado materno-infantil, que ofrecen servicios para madres, recién nacidos, niños y niñas de las comunidades y que han proporcionado una rutina de cuidado prenatal para 52 mujeres embarazadas y una de inmunización para 68 niños y niñas.
Para mejorar su conocimiento sobre nutrición y salud menstrual, 1660 adolescentes y jóvenes han recibido formaciones que les han ayudado a combatir la anemia que causa el periodo. En línea con las formaciones, familias de 450 niños y niñas apadrinados han recibido semillas para cultivar y poder satisfacer sus necesidades nutritivas.
Sunita, de 18 años, se siente realizada con estas semillas: “Conseguimos más verdura fresca de nuestros propios huertos y podemos ahorrarnos algo de dinero”.
Por último, también hemos mejorado los derechos de las niñas para acabar con la desinformación sobre violencia de género y protección infantil, formando y sensibilizando a 55 adolescentes y jóvenes voluntarios de las comunidades.