Después de que su pueblo fuera reubicado para estar más cerca del centro del distrito principal, la comunidad en la que vive Win se tuvo que enfrentar con un problema inesperado: la escasez de agua. “Cuando nos mudamos, era muy difícil encontrar agua limpia para beber y para usar. No teníamos ni idea de dónde podíamos encontrar agua en esta zona”, dice Win, de 31 años, del distrito de Houn.
A pesar de ser rica en recursos naturales, como el agua y las zonas de cultivo, la comunidad en la que vivía Win estaba aislada, era de difícil acceso en la temporada de lluvias y dificultaba que la población tuviera acceso a los servicios esenciales, sobre todo en el caso de los niños, niñas y personas mayores. Por eso, en 2018, el gobierno decidió desplazar esta aldea a unos 4 km de su ubicación original y unirla con otra aldea.
Cuando fueron reubicados, los recién llegados experimentaron una fría acogida por parte de quienes ya vivían allí, que se mostraron reacios a compartir su fuente de agua y el resto de sus recursos. “Incluso tratamos de negociar, pero lo hicieron imposible. Tuvimos que volver a pie a nuestro antiguo pueblo para buscar agua. Tardábamos unas dos horas y media en ir y volver caminando con 12 litros de agua que recogíamos en cada viaje”, cuenta Win.
Debido a que la mayoría de la comunidad depende de la agricultura y a que los cultivos de maíz, arroz y plátanos consumen mucho, la mayor parte del agua de los arroyos se utiliza para regar los cultivos. “Probamos diferentes métodos para recoger agua a lo largo del año. Por ejemplo, cavamos pequeños estanques para recoger el agua de lluvia durante la estación húmeda, pero nunca fue suficiente para cubrir nuestras necesidades”, relata Win.
En 2020, la Oficina de Salud del Distrito de Houn pidió a Plan International que apoyara la construcción de sistemas de agua en tres pueblos que sufrían escasez de agua. La nueva comunidad de Win era una de los que necesitaban nuestro apoyo. En colaboración con los Departamentos de Salud Provinciales y de Distrito, iniciamos los trabajos para aumentar el acceso a los servicios de agua, saneamiento e higiene y mejorar la nutrición de los habitantes de la zona.
“Me hizo mucha ilusión saber que tendríamos un nuevo sistema de agua en nuestra comunidad. Me ofrecí como voluntaria, aporté madera, tiempo y mano de obra para apoyar la construcción del tanque de agua, que sabía que facilitaría nuestra vida”, dice Chanthone, miembro de la aldea.
Además de construir los nuevos sistemas de agua, nuestra organización trabajó con la población local para que construyeran sus propias letrinas y creó un equipo de saneamiento comunitario al que ofreció formación y asesoramiento técnico, entre otros.
En mayo de 2021 finalizamos las obras, que incluían un depósito y siete puntos de agua. Un mes después, el alcalde del distrito certificó que el pueblo estaba libre de defecación al aire libre. Ahora, más del 95% de los hogares tienen letrinas que utilizan habitualmente.
Para garantizar que el sistema de agua tenga un impacto duradero, Plan International y la Oficina de Salud del Distrito de Houn también han creado un Comité de Agua de la Aldea, formado por siete representantes de diferentes grupos de la aldea, como el sindicato de mujeres y el sindicato de jóvenes.
Gracias al nuevo Sistema de agua, Win ya no tiene que recoger agua de los pozos, una tarea que requiere mucho tiempo y trabajo y de la que tradicionalmente se encargan las niñas y las mujeres. “Ahora tengo suficiente agua para el consumo y para la siembra de hortalizas, e incluso, para usarla en nuestra letrina”, concluye Win.