Las clases por radio mejoran el aprendizaje de los y las estudiantes en Mali

El año pasado, la pandemia provocó el cierre de todas las escuelas en Mali y esto puso en peligro la educación de los niños y niñas. Para ayudarles a ponerse al día con sus clases, desde Plan International pusimos en marcha un programa de radio que se emite tres veces por semana en la zona de Tombuctú. Ahora, los niños y niñas se reúnen para escuchar las clases a través de la radio.

 

Las clases se emiten por la mañana y pueden ser de matemáticas, francés o escritura. “Los niños y niñas siguen los programas; participan y hacen sugerencias a los profesores cuando no entienden algo. También se ha creado un grupo de WhatsApp en el que los directores hacen sus observaciones y recomendaciones para mejorar el contenido”, explica Abdoulaye Alhousseini, director de una de las escuelas que participan en el proyecto.

Rahmata, de 11 años, participa con entusiasmo en el club de radio de su escuela. Como miles de niños y niñas, también se vio afectada por la interrupción de las clases. “Cuando se cerraron las escuelas, ya no pude ir a clase ni ver a mis amigos; eso me retrasó mucho en mis estudios. En casa, no podía estudiar porque tenía que ayudar en las tareas domésticas, como lavar los platos, la ropa o barrer el patio”.

Cuando se enteró de que se iban a empezar a dar clases por radio, Rahmata se unió enseguida al club para poder seguirlas. Después de escuchar las clases, los niños y niñas hacen ejercicios relacionados con las asignaturas que acaban de escuchar.

“Me gusta atender las clases por la radio. Me ha ayudado a leer mejor y a aprender francés.  Por la noche, repaso con mis hermanos, lo que hemos aprendido y luego hacemos juntos los deberes de matemáticas y francés. Es muy interesante y aprendemos mucho”, dice Rahmata, que, de mayor, quiere ser contable y trabajar en un banco.

Las escuelas que participan en el proyecto también han recibido un pendrive que contiene todas las lecciones de radio, emitidas en directo generalmente. Esto permite a los profesores volver a escuchar los programas cuando lo necesiten, para alegría del alumnado, que cree que esta forma de aprender es emocionante y divertida. Estas grabaciones se utilizan como cursos de recuperación para los y niñas niños desplazados que necesitan ponerse al día con sus estudios.

“Cada vez que nos ven llegar con una radio, los niños y niñas se emocionan. Saben para qué la vamos a usar y les encanta”, dice Abdoulaye.

Además de crear los clubes de radio, las escuelas han recibido materiales didácticos, manuales escolares y kits de lavado de manos para frenar la propagación de la COVID-19. Sin embargo, “Las necesidades de las escuelas siguen siendo muchas”, explica Abdoulaye. “Nos faltan sistemas de protección y seguridad, clases de recuperación, mesas y bancos y kits escolares para la gran cantidad de niños y niñas desplazados que necesitan apoyo”.