Como muchos jóvenes en Filipinas, Nezel Kate, de 16 años, no era consciente de los problemas de protección que enfrentan los jóvenes, hasta que se involucró en el trabajo de Plan International. Ahora está ayudando a influir en políticas que están generando un verdadero cambio.
“Soy una líder juvenil en nuestra comunidad”, dice Nezel. “Para mí, la participación de la niñez es importante porque cuando nuestras autoridades toman decisiones o crean políticas que nos afectan, es importante que nosotros, los niños y niñas, podamos compartir nuestras ideas y experiencias para ayudarlos a tomar decisiones que nos beneficien.”
Según estadísticas nacionales, el 80 % de los niños y niñas filipinos encuestados han experimentado algún tipo de violencia, ya sea en el hogar, en la escuela o en sus comunidades (UNICEF, 2016). Esto tiene un impacto profundo y de largo alcance en su salud física, bienestar psicológico, desarrollo social y estabilidad económica.
Para garantizar que los niños, especialmente las niñas y mujeres jóvenes, estén protegidos de todas las formas de violencia, abuso, explotación y negligencia, el proyecto “Protección contra la Violencia” de Plan International trabaja con jóvenes líderes para generar conciencia en sus comunidades y promover la acción colectiva mediante la incidencia y el diálogo con líderes locales para lograr políticas de protección más sólidas.
“Al crecer, noté que los niños y niñas nos enfrentamos muchos problemas en nuestras vidas y hay muchas barreras para que podamos participar en nuestra comunidad, pero tenemos el derecho de opinar sobre lo que sucede a nuestro alrededor”, cuenta Nezel, quien también forma parte del programa de Plan International en Samar Oriental.
Los programas de formación integral capacitan a jóvenes líderes como Nezel con el conocimiento, las habilidades y las herramientas necesarias para protegerse a sí mismos y a sus compañeros de diferentes formas de violencia. “Soy una persona introvertida, pero con la ayuda de estas capacitaciones y sesiones con Plan International, he ganado confianza y trabajo mejor con otros jóvenes.”
“Me di cuenta de que hay muchos problemas que enfrentan los niños y niñas hoy en día. Por ejemplo, el acoso o abuso sexual y el embarazo adolescente. Estas cosas obstaculizan nuestros derechos. También hay una falta de apoyo por parte de los líderes locales en nuestra comunidad.”
Al participar en el proyecto, las niñas no solo adquieren habilidades prácticas, sino que también se convierten en agentes activos en la protección de sí mismas y de sus comunidades. “Desde que me convertí en líder juvenil, nuestro grupo lanzó una campaña de incidencia”, explica Nezel. “Juntos, pedimos apoyo a nuestra aldea para que nos ayuden a prevenir los problemas que se convierten en barreras para nuestros derechos.”
Las autoridades de la aldea escucharon a los jóvenes activistas y acordaron hacer más para abordar los problemas que enfrentan los niños, niñas y jóvenes de la comunidad. “Uno de los temas que planteamos a nuestros líderes locales fue la educación, ya que algunos niños y niñas no tienen la oportunidad de ir a la escuela o participar en su comunidad”, dice Nezel.
“El segundo tema es la protección infantil, porque algunos padres no apoyan adecuadamente a sus hijos. Falta protección de parte de sus familias, así que los jóvenes quedan solos y hacen cosas malas, como consumir drogas ilegales.”
A medida que Nezel se ha involucrado más en los proyectos de Plan International, ha encontrado un espacio seguro para expresarse. Su confianza sigue creciendo mientras continúa abogando por la protección de los niños y niñas en su comunidad, y dice que las capacitaciones a las que ha asistido la han motivado a esforzarse por ser más segura de sí misma.
Para ella, los nervios que siente al hablar en público no se comparan con el impacto que tiene cuando aboga por los derechos de la niñez. Gracias a su valentía y determinación, Nezel está ayudando a crear un cambio duradero en su comunidad.
“Aunque no he cambiado mucho, poco a poco he crecido a través del proceso de crear un pequeño grupo de incidencia. Ahora quiero formar uno más grande”, dice Nezel. “El futuro que deseo es uno en el que los niños, y especialmente las niñas y mujeres jóvenes, estén protegidos de toda forma de violencia y donde todos puedan participar, sin importar el género ni la edad.”
Sobre el proyecto
El proyecto “Protección contra la Violencia” tiene como objetivo salvaguardar a niños, niñas y jóvenes en Filipinas de diversas formas de violencia, como el abuso físico, la explotación sexual, el acoso escolar y el trabajo infantil. Al abordar las causas profundas de la violencia mediante la sensibilización, la programación comunitaria y el fortalecimiento de capacidades, el proyecto empodera a la niñez y juventud como agentes de cambio, y refuerza los sistemas que los rodean.
Usando enfoques participativos liderados por niños y niñas, como talleres, mentoría entre iguales y campañas de incidencia, el proyecto trabaja en Samardel del Norte, Samar Occidental, Samar Oriental, Mindoro Occidental y Maguindanao del Norte para garantizar que cada niño y niña pueda vivir libre de violencia.