A sus 19 años, Rosita, una joven ecuatoriana de la zona andina del cantón Guamonte, ha conseguido acabar sus estudios. Lo ha hecho cuando le parecía imposible: siendo madre soltera y en tiempos del coronavirus.
“Gracias a la beca que Plan International me entregó, he podido terminarlos. Tengo la responsabilidad de salir adelante junto a mi hija y ser un ejemplo de lucha pese a las adversidades”, explica Rosita de 19 años.
Nacida en el seno de una familia numerosa (tiene siete hermanos), la vida de Rosita nunca ha sido fácil. A sus 17 años supo que esperaba un bebé y, al no tener el apoyo del padre, pensó en dejar de estudiar y migrar fuera de su comunidad. Esta intención la compartió en una reunión del movimiento Por Ser Niña, de nuestra organización y fue clave para cambiar de opinión.
“Agradezco a Plan International por haber creado Por Ser Niña en nuestras comunidades. Sin el apoyo de las chicas que ahora son mis mejores amigas, no habría podido hacer frente a esta dura realidad”, asegura Rosita.
Su fuerza de voluntad y el impulso que recibió en la reunión le hizo replantearse su situación, pues vio que su educación era muy importante y que debía seguir estudiando para su desarrollo personal y el futuro de su hija
Una fuente de inspiración
Rosita mantiene hoy una actitud de perseverancia. Ahora, es ella quien busca ser el soporte para que otras niñas y mujeres jóvenes afronten las diversidades de la mejor manera. Abandera la igualdad de género y persigue que las niñas cumplan sus sueños, sean líderes y tomen sus propias decisiones.
“Veo las injusticias y las iniquidades en las que vivimos la mayoría de las mujeres, así que me seguiré capacitando y enseñaré a mi hija y a otras mujeres de mi comunidad a ser líderes, independientes, creando condiciones favorables sobre todas las mujeres”.