“Safer Cities for Girls”, nueva iniciativa contra el ACOSO CALLEJERO EN MADRID, BARCELONA Y SEVILLA

En apenas unos minutos, las jóvenes que residan en alguna de las ciudades participantes pueden compartir sus experiencias de forma anónima en una web, señalando los motivos por los que se han sentido seguras o no.





La ONG Plan International presenta “Safer Cities for Girls”, una iniciativa para recopilar datos sobre las experiencias de acoso callejero de mujeres jóvenes en tres de las principales ciudades del país, Madrid, Barcelona y Sevilla, con el objetivo de cuantificar y tener datos fiables sobre este tipo de violencia de género y construir ciudades seguras, responsables e inclusivas partiendo de las experiencias y propuestas de las participantes.  

El proyecto “Safer Cities for Girls”, financiado por la Comisión Europea, pretende estudiar la percepción de las chicas de entre 15 y 25 años sobre su seguridad en estas tres ciudades españolas, donde las jóvenes viven un total de 294.322 jóvenes entre estas edades, alrededor del 5% de la población (173.255 en Madrid, 82.861 en Barcelona y 38.206 en Sevilla, según los padrones municipales). El estudio también se llevará a cabo en tres de las ciudades de Bélgica con mayor población: Bruselas, Amberes y Charleroi.

“En ciudades de todo el mundo, las niñas y las jóvenes sufren a diario acoso callejero, una forma de violencia que se ha normalizado y que les impide disfrutar del espacio público y de su derecho a moverse libremente y a participar en la ciudad. Con este nuevo proyecto, queremos recoger más voces de las propias jóvenes y, con su participación, promover soluciones para que las ciudades sean lugares de inclusión, tolerancia y oportunidades”, ha destacado Sonia González, directora de programas locales de Plan International.

En esta web, en apenas unos minutos, las jóvenes que residan en alguna de las seis ciudades participantes pueden marcar el punto en el mapa que quieren registrar, decir si les ha parecido un lugar seguro o inseguro, y dar detalles sobre su experiencia y los motivos por los que se han sentido así. Además, pueden indicar si recibieron ayuda o no, y cuáles son las características que, en su opinión, hacen que un lugar sea más seguro. 

Además de los puntos recopilados a través de la web https://safercities.poimapper.com/, se llevarán a cabo grupos de discusión con jóvenes y entrevistas a personas expertas. Con todo ello, se realizará un informe con recomendaciones a las instituciones y responsables de la mejora de la seguridad de las chicas en las ciudades y se diseñará una Guía de Recomendaciones para las Ciudades; un documento que Plan International compartirá con otras ciudades de España y Bélgica, así como con la Unión Europea.

La iniciativa surge tras la experiencia de “Free To Be”, un proyecto que la ONG llevó a cabo en 2018 en cinco capitales: Madrid (España), Delhi (India), Kampala (India), Lima (Perú) y Sídney (Australia). Con los datos recogidos en esta herramienta, a través de la cual se señalaron 21.200 puntos válidos, se elaboraron tres estudios: “(In)seguras en la ciudad”, “(In)seguras en Madrid” e “(In)seguras en las calles”, que revelaron que el acoso callejero es un problema global que ocurre a todas las horas del día, y que está tan normalizado que miles de niñas y jóvenes de todo el mundo acaban por acostumbrarse y resignarse.

¿Por qué no se denuncia el acoso callejero?

En ciudades de todo el mundo, las niñas y las jóvenes sufren a diario acoso callejero, una forma de violencia que se ha normalizado y que les impide disfrutar del espacio público

Según los datos del informe de Plan International, “Reportando a las autoridades: experiencias de las jóvenes denunciando el acoso callejero”, elaborado con los datos del proyecto “Free to Be”, solo uno de cada diez casos de acoso callejero que ocurren en Madrid, Lima, Sídney, Kampala y Delhi, son denunciados. De estos, menos de un 30% llegan a tramitarse. Este estudio sobre las denuncias a las autoridades revela que no existen los mecanismos necesarios para responder al acoso callejero. 

De los 14.500 puntos e incidentes de acoso señalados en el mapa por las chicas, solo 1.270, es decir, menos de un 9% de los casos, fueron reportados y, de ellos, las autoridades no tomaron ninguna medida al respecto en un 67% de los casos (852) que sí fueron denunciados.

En lo que respecta a denuncias por acoso sexual, la tasa de respuesta de las autoridades de Delhi es, comparativamente hablando, la más baja de todas las ciudades analizadas: sólo se actuó en un 2% de los casos. Sídney, por el contrario, es la ciudad donde más respuestas hubo por parte de las autoridades, con una cifra de un 34%; seguido de Madrid, 32%; Kampala, 18% y Lima, con un 16%.  

“El problema es que el acoso verbal no es un delito, así que estoy segura de que, si la policía viera que un tipo te está agrediendo físicamente, obviamente, actuarían en consecuencia e intervendrían. Pero si alguien te dice directamente a ti: “Hola preciosa” …. ¿Se supone que el hombre me ha llamado guapa o que me va a agredir? ¿Qué va a hacer la policía teniendo en cuenta que no es un delito?”, comentaba una de las jóvenes madrileñas participantes en el estudio.

Este informe evidencia que, la mayoría de las veces, cuando las chicas denuncian, o bien no se les toma en serio o el sistema no cuenta con los mecanismos necesarios para apoyarlas. En la mayoría de los países de la Unión Europea (a excepción de Francia, Portugal y Bélgica) existe un vacío legal que hace que la mayoría de estos casos no se denuncien, y que cuando se hacen, las denuncias no se procesen. 

Plan International hace un llamamiento para que se adopten las siguientes medidas con el fin de generar ciudades inclusivas en las que las niñas y las jóvenes se sientan libres y seguras: 

  • Normativa: revisión de las ordenanzas locales de manera que se incluyan sanciones para el acoso callejero por razón de género. Simplificar los sistemas de denuncia para que sean claros y tengan la opción de presentar las denuncias de forma anónima. Además, todas las denuncias deben tomarse en serio y con respeto, sin importar la gravedad percibida por quien registra el incidente. 
  • Planificación urbana: adopción de un enfoque con perspectiva de género en el diseño y planificación urbana, que tenga en cuenta las necesidades de las niñas y de las chicas en los espacios públicos. 
  • Participación: promover la participación de las chicas y mujeres jóvenes en la toma de decisiones acerca del diseño y planificación urbana, así como en la adopción de políticas y medidas para prevenir y erradicar el acoso callejero y en la recopilación de datos. 
  • Campañas de sensibilización: destinadas a que la sociedad deje de normalizar el acoso callejero y comience a condenarlo como una forma inadmisible de violencia contra las niñas y las chicas, que las niñas y mujeres pueden denunciar y que cualquier persona que sea testigo debe actuar. Dichas campañas deben poner en el foco la persona que ejerce el acoso, no quien lo recibe, y deben estar destinadas a que la población masculina tome conciencia y se responsabilice sobre sus actos.
  • Obtención de datos: deben obtenerse datos e información científica y rigurosa sobre el acoso callejero, de manera desagregada por edad y género actualizados para conocer la dimensión del problema. 
  • Inversión: aumento del presupuesto municipal para luchar contra todas las formas de violencia que afectan a las chicas y a las niñas por su género y su edad, tanto en educación y prevención como en detección y atención.