Plan International presentó en enero la plataforma “Safer Cities for Girls” para recabar datos sobre acoso callejero en Madrid, Sevilla y Barcelona, y ahora relanza la iniciativa para reclamar calles seguras y libres de acoso en la nueva normalidad.
La ONG Plan International, que lleva a cabo la iniciativa “Safer Cities for Girls” en Madrid, Sevilla y Barcelona para promover ciudades más inclusivas, reclama ciudades seguras y libres de acoso callejero en la nueva normalidad que hoy comienza en todo el país, para que niñas, adolescentes y jóvenes puedan disfrutar de los espacios públicos en condiciones de igualdad.
Tras meses de confinamiento y coincidiendo con el inicio del verano, en el que el acoso callejero suele ser más frecuente, la organización defiende que las adolescentes y jóvenes tienen derecho a disfrutar del espacio público de sus ciudades en esta nueva normalidad sin estar expuestas al acoso callejero, una forma de violencia de género que va desde los comentarios no deseados y las miradas insistentes hasta las persecuciones y las agresiones físicas.
En este sentido, la organización anima a las chicas a compartir sus experiencias en la plataforma “Safer Cities for Girls”, la web con la que buscan recopilar datos sobre las situaciones de acoso callejero que sufren las chicas de entre 15 y 25 años en tres de las principales ciudades del país –Madrid, Barcelona y Sevilla-, con el objetivo de contar con información fiable sobre este tipo de violencia de género para construir ciudades seguras, responsables e inclusivas partiendo de las vivencias y propuestas de las participantes.
“La nueva normalidad es también una oportunidad para dejar de normalizar el acoso que viven a diario las chicas en el espacio público, abordarlo y condenarlo, porque es una forma de discriminación que afecta a su seguridad, a su libertad y a sus oportunidades. El objetivo de esta iniciativa es promover soluciones para construir ciudades que sean más seguras e inclusivas con las niñas y adolescentes, y para esto, antes necesitamos visibilizar el problema del acoso callejero a través de sus experiencias”, asegura Julia López, portavoz de Plan International.
En esta web, en apenas unos minutos, las jóvenes que residan en alguna de las localidades del proyecto pueden marcar el punto que quieren registrar en un mapa de su ciudad, decir si les ha parecido un lugar seguro o inseguro, y dar detalles sobre su experiencia y los motivos por los que se han sentido así. Además, pueden indicar si recibieron ayuda o no, y cuáles son las características que, en su opinión, hacen que un lugar sea más inclusivo y accesible.
Este proyecto, que cuenta con financiación de la Comisión Europea, busca estudiar la percepción de las propias chicas sobre su seguridad en estas tres ciudades españolas, así como en tres ciudades belgas: Bruselas, Amberes y Charleroi. Además de los puntos recopilados a través de la web https://safercities.poimapper.com/ se llevarán a cabo grupos de discusión con jóvenes y entrevistas a personas expertas para realizar un informe con recomendaciones para instituciones y empresas, y diseñar una Guía de Recomendaciones para las Ciudades; un documento que Plan International compartirá con otras ciudades de España y Bélgica, así como con la Unión Europea.
“Safer Cities for Girls” parte de la experiencia de “Free To Be”, un proyecto que la ONG llevó a cabo en 2018 en cinco capitales de países de todo el mundo: Madrid (España), Delhi (India), Kampala (India), Lima (Perú) y Sídney (Australia). A partir del análisis de los 21.200 puntos recogidos en la herramienta, se elaboraron tres estudios: “(In)seguras en la ciudad”, “(In)seguras en Madrid” e “(In)seguras en las calles”, que revelaron que el acoso callejero es un problema global que ocurre en todas partes y a todas las horas del día, y que está tan normalizado que miles de niñas y jóvenes han acabado por acostumbrarse y resignarse, pese a que afecta a muchos aspectos de su vida.
Durante la emergencia por la COVID-19, Plan International ha trabajado para atender las necesidades educativas, psicosociales y económicas de niñas y adolescentes de entornos vulnerables en el programa #QueNadieSeQuedeFuera, que durante el verano ofrecerá actividades lúdico-educativas de educación en igualdad, sostenibilidad y digitalización.
Con el inicio de la nueva normalidad, Plan International hace un llamamiento para que se adopten las medidas en los siguientes ámbitos, con el fin de generar ciudades inclusivas en las que niñas y jóvenes se sientan libres y seguras:
- Normativa: revisión de la normativa y las ordenanzas locales de manera que se incluyan sanciones para el acoso callejero por razón de género. Simplificar los sistemas de denuncia para que sean claros y puedan ser anónimas. Además, todas las denuncias deben tomarse en serio y con respeto, sin importar la gravedad percibida por quien registra el incidente.
- Planificación urbana: adopción de una perspectiva de género en el diseño y planificación urbana, que tenga en cuenta las necesidades de las niñas y de las chicas en los espacios públicos.
- Participación: promover la participación de las chicas y mujeres jóvenes en la recopilación de datos, la toma de decisiones acerca del diseño y planificación urbana y la adopción de políticas y medidas para prevenir y erradicar el acoso callejero.
- Campañas de sensibilización: destinadas a que la sociedad deje de normalizar el acoso callejero y comience a condenarlo como una forma inadmisible de violencia contra las niñas y adolescentes, para que ellas puedan denunciar y cualquier testigo actúe. Dichas campañas deben poner en el foco la persona que ejerce el acoso, no quien lo recibe, y deben estar destinadas a que la población masculina tome conciencia y se responsabilice sobre sus actos.
- Obtención de datos: deben obtenerse datos e información científica y rigurosa sobre el acoso callejero, de manera desagregada por edad y género actualizados para conocer la dimensión del problema.
- Inversión: aumento del presupuesto municipal para luchar contra todas las formas de violencia que afectan a las chicas y a las niñas por su género y su edad, tanto en educación y prevención como en detección y atención.