“Conozco mis derechos, y no me da miedo defenderlos”

“Solo vivo con mi madre, antes no confiaba en ella, pero ahora puedo hablar con ella de todo: mis metas, mis deseos” explica una de las participantes del proyecto implementado en Bolivia para aumentar la concienciación sobre derechos sexuales y reproductivos entre los y las jóvenes de zonas rurales.





Para que los adolescentes y jóvenes puedan tener una calidad de vida digna, deben estar informados y empoderados para ejercer sus derechos y tomar decisiones sobre su vida. 

En colaboración con el Centro de Investigación, Educación y Servicios (CIES) y el Centro de Desarrollo Humano (CDH) hemos implementado un proyecto para desarrollar habilidades de liderazgo entre la gente joven, reducir los embarazos adolescentes, informarles sobre sus derechos y prevenir la violencia sexual y la discriminación de género.

El Proyecto es subvencionado por la Agencia Sueca Internacional de Cooperación por el Desarrollo y está implementado en 14 municipios de La Paz, Tarija, Chuquisaca, Potosí y Santa Cruz. Ha sido diseñado para promover las habilidades y actitudes de los adolescentes en la red juvenil. 

“Hemos aprendido mucho sobre nuestra salud y nuestros derechos, para protegernos a nosotros mismos y asegurarnos de que no se violan nuestros derechos: Hemos perdido el miedo a hablar, ahora estamos capacitados sobre estos temas y nos reunimos con regularidad para apoyarnos los unos a los otros” dice uno de los miembros de la red juvenil.

Hasta el momento se han creado cinco redes departamentales de jóvenes y 14 redes municipales de jóvenes. Han participado 477 adolescentes, de los cuales el 53% son chicas y el 47% chicos.

Además, se ha creado una Escuela de Liderazgo para las chicas para que puedan mejorar sus conocimientos y actitudes en relación con sus derechos de salud sexual y reproductiva y también puedan aprender a protegerse contra la violencia sexual. 

Soy quien soy y he aprendido a quererme. Conozco mis derechos y no me da miedo defenderlos

“Cuando entré a la Escuela de Liderazgo, desarrollé una mejor autoestima. Soy quien soy y he aprendido a quererme. Conozco mis derechos y no me da miedo defenderlos. Antes, no quería que nadie se acercara a mí, tenía miedo, ahora he hecho unos cuantos amigos y he ganado confianza en mí misma”, explica una de las participantes. 

Los niños y jóvenes también están mejorando sus actitudes hacia las mujeres y niñas y desarrollando nuevas habilidades.

“Ahora puedo tomar decisiones. Puedo hablar con las autoridades y se me da bien hablar en público. Puedo cambiar la actitud de mis padres, mi padre, por ejemplo, está aprendiendo y cada vez nos entendemos mejor. Esto ha cambiado totalmente mi perspectiva, ahora me doy cuenta de que puedo ayudar a otros jóvenes para que conozcan sus derechos. Ya no soy tímido ni machista, no uso la violencia para resolver problemas” dice uno de los líderes adolescentes.

En tres años de implementación del proyecto, los jóvenes líderes han llegado a 12.595 adolescentes y jóvenes mediante el compañerismo y han debatido sobre salud sexual, protección e igualdad de género. Algunos incluso están conectando con su comunidad a través de programas de radio. 

Desde el lanzamiento del Proyecto ha habido una notable reducción del número de embarazos adolescentes en las comunidades donde opera el programa, mientras que en áreas donde el proyecto no ha sido implementado esta tasa ha aumentado. Estos resultados permitirán que el proyecto se extienda gracias a una nueva subvención de por la Agencia Sueca Internacional de Cooperación por el Desarrollo, que nos permitirá potenciar la capacidad de estas redes juveniles.