Miles de mujeres y niñas menores de edad ejercen como trabajadoras sexuales en bares repartidos por toda Kampala, capital de Uganda. Atraídas por falsas promesas de educación y buenos puestos de trabajo, muchas niñas son objeto de tráfico. Otras llegan a esta situación escapando de la pobreza, el abuso sexual y el matrimonio infantil.
Las chicas más jóvenes son las principales elegidas, ya que son las que menor probabilidad tienen de estar infectadas por el virus del VIH u otras enfermedades de transmisión sexual. Las niñas son forzadas a mantener relaciones sexuales por muy poco dinero, y a menudo estas ganancias van íntegramente al dueño del bar, quien les paga en alimentos.
Proyecto PEVUS: destinado a formar a niñas y mujeres
Alrededor de 54.000 niñas de Uganda, menores de 18 años, son obligadas a trabajar en el comercio sexual. Plan International, mediante el proyecto PEVUS, trabaja con las niñas y mujeres más vulnerables y les enseña nuevas habilidades profesionales para que puedan encontrar un trabajo alternativo.
Plan International proporciona apoyo a los hijos de las trabajadoras sexuales, permitiendo así a sus madres puedan asistir a la formación para encontrar nuevos puestos de trabajo. A estos más de 1.000 niños y niñas se les atiende y se les proporciona una educación para acabar con el círculo de la pobreza, mientras sus madres aprenden un nuevo oficio.
Mediante el proyecto PEVUS, de Plan International, las niñas de Kampala asisten gratuitamente durante un año a cursos de peluquería, panadería, electrónica, administración empresarial o para aprender a tejer.
Hasta el momento, 232 niñas se han graduado: el 72 % están empleadas y el 25 % ha comenzado su propio negocio. El proyecto tiene como objetivo formar a 900 niñas, como Janet y Hawa, en tres años. Además también se trabaja con los dueños de los bares, animándoles a seguir un código de conducta para prevenir la explotación sexual de las niñas en sus establecimientos.
Janet y Hawa han cambiado de oficio con la ayuda de Plan International
Janet fue obligada a casarse cuando tenía 15 años porque sus padres no podían pagar sus gastos escolares. Su marido tenía 36 años y le obligó a mantener relaciones sexuales con él, lo que provocó que Janet se infectara de VIH. Condenada al ostracismo por su familia, Janet se escapó a la ciudad y acabó envuelta en la industria del sexo.
Hawa, gracias a PEVUS, ha establecido su propio salón de peluquería: “Yo era una trabajadora sexual, pero ahora tengo mi propio negocio, puedo ganar dinero y cuidar de mis hermanos y mis padres”. Hawa quiere que su negocio crezca y se convierta en un centro de formación para otras chicas.
En Plan International trabajamos para empoderar a las niñas y mujeres de los barrios urbanos más pobres de Kampala, Uganda, proporcionándoles conocimientos sobre sus derechos y salud sexual, para evitar que las niñas acaben realizando trabajos sexuales. Descubre más sobre nuestro trabajo en Uganda.