Her de 50 años, y su esposa Beuan, de 35, son productores de arroz en las tierras altas del distrito de Pha Oudom, en Laos. Al no poder cultivar suficiente arroz para satisfacer las necesidades de su familia, Her trabaja también en una plantación de plátanos, pero la pandemia le está impidiendo obtener ese ingreso extra.
Su situación pone cara al aumento generalizado del desempleo en Laos a causa de las medidas para luchar contra el coronavirus. Aunque han tenido un gran éxito en términos de salud (menos de 2.000 casos registrados y tres muertes), estas medidas han causado un fuerte impacto en los medios de vida de la población.
“Cuando me di cuenta de que la cosecha de arroz era insuficiente y de que no podía ir a la plantación, me preocupé por todos los gastos que teníamos; especialmente por los de la educación de mis tres hijas. Cada curso escolar me cuesta entre 100 y 150 dólares por hija, lo cual supone un sacrificio económico muy grande”, explica Her.
Esta situación provocó que su hija mayor, Seuan, tuviera que abandonar la escuela porque les resultaba imposible pagar la educación de las tres niñas.
Sinxay puede seguir en la escuela
Otra de sus hijas, Sinxay, de 10 años, parecía que iba por el mismo camino hasta que, en 2020, recibió una beca de Plan International, que le ha permitido seguir estudiando. Esta ayuda económica forma parte de un programa que tiene como objetivo ayudar a las familias que tienen dificultades para pagar la educación de sus hijos e hijas durante la pandemia.
Sinxay está muy contenta por poder seguir yendo a la escuela y quiere ser profesora cuando sea mayor. A pesar de su corta edad, es consciente de cómo ha cambiado su pueblo desde que Plan International empezó a trabajar allí: “ahora hay escuelas seguras, las niñas tienen nuevos uniformes y material escolar. Mis amigas quieren seguir estudiando y participar en todas las actividades”.
Para su padre, la beca es un gran alivio y espera que todas sus hijas puedan terminar su educación y encontrar un buen trabajo cuando sean mayores: “no quiero que sufran la pobreza como su madre y yo”.
Plan International lleva varios años trabajando en la comunidad de Her, especialmente en el campo de la educación. Hemos construido edificios escolares resistentes y hemos proporcionado a niños y niñas nuevos uniformes escolares, alimentos, kits educativos y compresas reutilizables para las adolescentes.