Estas palabras de Chimène, una joven de Benín de 20 años, recogen el sentimiento de millones de niñas, adolescentes y mujeres jóvenes de todo el mundo que ven cómo la información errónea y la desinformación online tienen un impacto negativo en sus vidas.
La difusión de informaciones falsas o erróneas contribuye a reforzar las desigualdades y hacen más profunda la brecha de género.
En Plan International, queremos contribuir a cambiar esta realidad y servir de altavoz para todas estas niñas, adolescentes y mujeres jóvenes. Estas son, en primera persona, algunas de sus experiencias e inquietudes tras participar en nuestros proyectos:
Chimène, 20 años, Benín: “niñas y jóvenes sufren ataques porque han recibido una información falsa que han creído. A mí me pasó: un día vi un anuncio de empleo en el que pedían tu número de teléfono. Lo di y, unos días después, estaba en un grupo de WhatsApp que fomentaba la explotación sexual. Salí del grupo, pero me traumatizó durante mucho tiempo”.
“Es importante y urgente que las niñas y adolescentes reciban alfabetización digital, porque las competencias digitales pueden eliminar estos males. La falta de alfabetización digital está en el origen de la desinformación, que debe terminar. Toda la información debe ser verificada antes de colgarla en la Red”, afirma Chimène.
Hadja, 21 años, Guinea: “la desinformación online es un problema para nosotras porque, hoy en día, todo sucede muy rápido con las redes sociales. Siempre tengo miedo de hacer algo en Internet que tenga efectos negativos en mi futuro. No estamos seguras”.
Para Hadja, “lo que tiene que cambiar es que todo el mundo respete la integridad personal de los demás, y que las chicas podamos expresarnos libremente sobre los temas que nos afectan, sin miedo a ser juzgadas”.
Dira, 18 años, Indonesia: “actualmente, y más desde que se inició la pandemia, nos hemos acostumbrado a los espacios digitales. Hacemos todo a través de Internet. Tal vez en el futuro participemos aún más en Internet. Por eso, es muy útil que se incluyan estas competencias en nuestros planes de educación, especialmente para los niños y niñas menores de diez años, que, aunque son todavía muy pequeños, ya se mueven en este mundo”.
Las niñas, adolescentes y mujeres jóvenes sienten que tienen que arreglárselas solas para aprender a navegar entre la confusión de información y datos que existen en Internet.
Charlotte, 23 años, Gales: “hay mucha competencia para conseguir rápidamente la atención de la gente. Eso puede provocar que la información se presente de manera muy inexacta”.
Dora, 15 años. Perú: “antes pasaba por alto muchas cosas y pensaba que todo lo que leía en Internet era verdad. Actualmente, dedico mucho más tiempo a verificar la información, hacer clic en el enlace y revisarlo”.
En todo el mundo, existe un consenso respecto a la responsabilidad que tienen los gobiernos y las empresas de redes sociales para combatir la información errónea y la desinformación.
Raquel, 18 años, Estados Unidos: “es necesario que las empresas de redes sociales se esfuercen más por prevenir la difusión de información errónea y desinformación, y que sean más proactivas cuando se denuncia una publicación y para garantizar que la información sea de una fuente fiable, o que tengan un sistema de verificación”.
Abbie, 19 años, Irlanda: “creo que, para atajar el problema desde la raíz, es necesario que gobiernos, escuelas, servicios de seguridad y medios de comunicación rigurosos trabajen juntos”.
La sociedad en su conjunto también tiene una responsabilidad colectiva para frenar la difusión de información errónea y la desinformación, y denunciarlo cuando esto ocurra:
Dora, 15 años, Perú: “además de la información que podríamos recibir en la escuela, también depende de nosotras/os mismas/os reflexionar si la información que recibimos es o no fiable. Asimismo, podemos organizarnos en grupos, en colectivos, para identificar y desmentir la información falsa. Creo que es responsabilidad de todas las personas, y es importante que trabajemos en conjunto para identificar la información que no sea verídica y desmentirla”.